El sueño en fase REM (por sus siglas en inglés, Rapid Eye Movement) convierte de manera activa las experiencias vividas cuando se está despierto en memoria de largo plazo y lo hace de manera crítica en los cerebros jóvenes.

De ahí la importancia tan grande de la necesidad de un buen dormir para los pequeños y el peligro que representan las drogas que se les administra para condiciones de dudoso valor clínico: estimulantes que vienen en muchas presentaciones.

Un estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud, con Marcos Frank a la cabeza, informa que los infantes de muchos animales, nosotros incluidos por supuesto, se pasan la mayoría de sus primeros tiempos de vida durmiendo, y no sólo durmiendo sino en la fase REM del sueño. Hasta ahora no era mucho lo que se sabía del papel de esta fase del sueño en cambiar o recombinar la memoria.

Frank y sus colaboradores documentan la importancia del dormir en el desarrollo de la visión de algunos animales jóvenes. Los investigadores encontraron que los circuitos de la corteza visual del cerebro sufren cambios a medida que los animales exploran el mundo que los rodea y que la fase REM es importantísima para sellar, “pegar” esos cambios. Y ese pegamento sólo se hace a través de la actividad de una enzima, la ERK, que actúa sólo en esa fase del dormir.

“La fase REM se puede comparar a lo que hace el revelador de fotografía, cuando se usa o usaba la forma ya en desuso del papel, que hace que los trazos de la experiencia vivida durante el día se puedan volver permanentes y enfocados” dice Frank. “La experiencia es frágil y puede esfumarse sin la fase REM pues el cerebro olvida con facilidad lo que ha visto”.

Frank afirma que los cerebros jóvenes, incluidos los de los humanos pequeños, pasan por períodos críticos de plasticidad o remodelación, cuando la visión, el habla, las habilidades motoras, las habilidades sociales se están desarrollando.

Este estudio sugiere que durante estos períodos, la fase REM del dormir ayuda a los cerebros en crecimiento a ajustar la fuerza y el número de conexiones neuronales para que puedan lidiar mejor con los impulsos venidos del medio ambiente y responder en concordancia.

La fase REM tiene muchísima importancia en el desarrollo de la visión. En 1960, anota Frank, los cirujanos empezaron a notar que la demora en remover las cataratas en niños afectados de manera congénita por esta dolencia, resultó en problemas muy serios de visión doble y la imposibilidad de alinear bien los ojos.

“La corteza visual es muy sensible a la información que recibe en estos períodos críticos del desarrollo. Si la visión está bloqueada, los problemas resultantes son muy severos”, anota Frank.

Para demostrar el efecto de la fase REM en el desarrollo normal de la visión Frank y su equipo usaron un modelo animal que consistió en colocar un parche en un ojo y registrar la actividad cerebral cuando estaban despiertos y durante el sueño. Estos animales fueron el grupo de estudio.

Cuando estaban en la fase REM los animales fueron despertados de manera intermitente con toques muy suaves. Los animales del grupo control fueron despertados cuando no estaban en la fase REM.

Los análisis mostraron que en el grupo de estudio, con déficits en sus períodos REM, no hubo desarrollo normal de la visión. “Sin la fase REM, ocurren cambios permanentes en la plasticidad de la corteza cerebral y la enzima ERK no se activa” dice Frank. Estudios previos habían demostrado que la enzima trabaja activando genes que producen proteínas necesarias para la solidificación de los cambios que ocurren en el cerebro inducidos por estímulos ambientales. La corteza visual no recibió esos estímulos.

Además durante el estudio se demostró que los patrones de actividad cerebral durante la fase REM fueron muy similares a los observados cuando el animal estaba despierto. De esto ya se sabía pues por algo a la fase REM se la llama la del sueño paradójico pues es muy próxima al estar despiertos.

“Es como si las neuronas estuvieran soñando de sus experiencias cuando estaban despiertas” “Esta es la primera vez que estos eventos, estar despiertos y en la fase REM del dormir se muestran similares. Hasta ahora no había una evidencia tan grande de que así ocurriera”, explica Frank.

Aparte de los efectos de la fase REM en el correcto desarrollo de la corteza visual, otras partes del cerebro se ven involucradas durante las primeras etapas de la vida y continuarán haciéndolo durante el resto.

De ahí que este estudio tenga un valor enorme para entender y cuidar el buen dormir en los niños pequeños. Es un hecho conocido que una buena cantidad y calidad de sueño tiene alcances inmensos en los procesos de aprendizaje en los primeros años y que continuará facilitando esas labores.

Y también de ahí que cualquier deprivación del buen dormir pueda tener graves consecuencias en los infantes pues están atravesando etapas críticas en su desarrollo cerebral. De igual manera este efecto se extiende a los adolescentes, quienes también están pasando por lo mismo.

Con la tendencia cada vez más acentuada de medicar a unos y otros con sustancias como la Ritalina y sus similares, nos asomamos a un abismo de consecuencias negras y graves. Es muy poco lo que se sabe de lo que estas drogas están haciendo a nivel clínico en los cerebros de niños y adolescentes en el largo plazo. Pero se le está dando al cerebro anfetaminas, estimulantes poderosos que de alguna u otra manera tienen la capacidad potencial de suprimir el dormir, y la fase REM del dormir. Y la fase REM es muy frágil que puede ser inhibida de manera fácil. Un toque simple y todo cambia.