Más allá de la visión cercana de los planetas y el Sol, más allá de las estrellas y galaxias, se extiende un Universo inmensamente grande que revela estructuras enormes en las que grandes supercúmulos se reparten entre enormes espacios vacíos conectados por filamentos de galaxias. El estudio de la estructura a gran escala del Universo es muy complejo, la finitud de la velocidad de la luz nos impide tomar una fotografía del firmamento en un momento dado y nos ofrece, a cambio, una maraña de objetos que se reparten en un tejido en el que se mezclan los tiempos y las distancias.

Mirar hacia lo lejos es retroceder en el tiempo y, por mucho que nos esforcemos en llegar a las distancias más lejanas y tiempos más primitivos, existe una barrera infranqueable a las observaciones que deriva de aquellos momentos de la evolución en los que el Universo aún no había llegado a desprender las primeras radiaciones.
A pesar de las dificultades que entraña la observación, los estudiosos de las estructuras más profundas del Universo, como nuestra invitada, Julia Ferrer Ereza, estudiante de doctorado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) consiguen penetrar en los secretos del Cosmos gracias al de desarrollo de nuevas y potentes simulaciones informáticas.

Julia Ferrer utiliza para sus investigaciones Uchuu, la simulación más potente y completa del Universo desarrollada hasta ahora. Uchuu ha sido elaborada gracias al superordenador más potente del mundo, el ATERUI II situado en Japón, con un objetivo: simular el comportamiento a gran escala del Universo. Para conseguirlo, los creadores de Uchuu han tenido que introducir 2.097.152.000.000 partículas de materia oscura en un cubo virtual de 9.630 millones de años luz, una distancia que equivale a la existente entre la Tierra y las galaxias más lejanas que hemos observado. Las leyes físicas que conocemos proporcionan a la simulación el motor que hace evolucionar ese universo virtual a lo largo del tiempo, imitando, dentro de sus posibilidades, la evolución del Universo real. Así se consigue un viaje en el tiempo que puede ser revertido a voluntad y que ofrece la posibilidad de obtener imágenes del Universo en distintos momentos de su historia, unos datos que están disponibles libremente a los investigadores como Julia Ferrer.

La cantidad de información facilitada por Uchuu es tan impresionante que almacenarla y comprimirla es un reto informático de grandes proporciones en el que han jugado un papel esencial investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA), centro mixto del CSIC y de la Xunta de Galicia.

Los resultados deben ser comparados con las observaciones del Universo real, unas observaciones que, como cuenta Julia Ferrer durante la entrevista, son difíciles de hacer porque requiere la observación del Universo en su conjunto a escalas impresionantes.

Os invito a escuchar a Julia Ferrer Ereza, Estudiante de doctorado con un Contrato Predoctoral de Formación de Doctores FPI en el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

Referencias:

El universo simulado más grande del mundo