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Quilo de Ciencia

El quilo, con “q” es el líquido formado en el duodeno (intestino delgado) por bilis, jugo pancreático y lípidos emulsionados resultado de la digestión de los alimentos ingeridos. En el podcast Quilo de Ciencia, realizado por el profesor Jorge Laborda, intentamos “digerir” para el oyente los kilos de ciencia que se generan cada semana y que se publican en las revistas especializadas de mayor impacto científico. Los temas son, por consiguiente variados, pero esperamos que siempre resulten interesantes, amenos, y, en todo caso, nunca indigestos.

Ciencia para la igualdad de género

Discriminación en ciencia - Quilo de Ciencia - Cienciaes.com
Un estudio demuestra la discriminación de género en la actividad científica

El último número de la revista científica Nature incluye una lista de personas que, según sus editores, han marcado una diferencia en el mundo de la ciencia en el año 2012. Una de estas personas es la doctora Jo Handeslman, del departamento de Biología Molecular de la Universidad de Yale, en USA.

Dada la especialidad de la doctora Handelsman, es normal suponer que su trabajo ha debido de contribuir a comprender alguno de los complejos mecanismos moleculares de la vida, lo cual tal vez ayude pronto a vencer una importante enfermedad. Sin embargo, no ha sido así. Su trabajo ha servido para confirmar, de manera irrefutable, los sesgos y prejuicios negativos sobre la competencia científica de las mujeres, lo cual, de todos modos, puede considerarse una importante enfermedad social de la ciencia.

¿DISCRIMINACIÓN FEMENINA?

Existen estudios que sugieren que las diferencias biológicas entre los sexos en la aptitud para las matemáticas y las ciencias son pequeñas o inexistentes. Tal vez por esa razón, muchos líderes académicos atribuyen la disparidad de presencia entre los dos géneros en investigación científica a las circunstancias y elecciones vitales (hogar, hijos…), que pueden impedir a las mujeres acceder a los puestos más exigentes. Algunas investigaciones, es cierto, sugieren que los condicionamientos sociales pueden contribuir a la desigualdad de género en ciencia, pero ninguno de estos estudios revela una relación causa-efecto. No obstante, algunos investigadores en sociología defienden que la preferencia de las mujeres por trabajos no relacionados con la ciencia y su tendencia o necesidad de asumir la mayor parte de las tareas familiares y domésticas son las principales causas de la disparidad de género, y descartan que esta se deba en absoluto a prejuicios sobre la capacidad intelectual o técnica de las mujeres. Esta afirmación ha generado un importante debate en la comunidad científica, el cual ha conducido a muchos a convencerse de que, al menos en ciencia, la discriminación de género basada en prejuicios negativos contra las mujeres no existe. ¿Es esto cierto?

La ciencia debe huir de opiniones y creencias y luchar para establecer los hechos y sus causas. Nada mejor para ello que utilizar el método científico, el cual ha demostrado sobradamente su eficacia. ¿Cómo demostramos si existen o no prejuicios negativos contra la capacidad científica de las mujeres? Realizando un estudio científico controlado, protegido incluso de los deseos de obtener los resultados que, en tanto que investigadores o investigadoras, nos gustaría obtener. Esto se consigue con un diseño llamado doble-ciego aleatorio, en el que ni los científicos ni los sujetos bajo estudio conocen de antemano el tratamiento que se les va a administrar, o incluso qué se está estudiando en realidad.

SESGOS DE GÉNERO

En el estudio diseñado por la doctora Handelsman, esta y sus colaboradores elaboraron un único curriculum vite imaginario. El curriculum era adecuado para solicitar con éxito un puesto como joven responsable de laboratorio. La Dra. Handelsman seleccionó a 127 investigadores e investigadoras que ocupaban puestos de responsabilidad en varias universidades, a quienes se envió para su evaluación dicho curriculum imaginario, pero haciéndoles creer que se trataba de una persona real. Mediante sorteo secreto se determinó en qué orden los 127 investigadores recibirían el idéntico curriculum, firmado la mitad de las veces por un tal John, y la otra mitad por una tal Jennifer. ¿Cómo evaluarían el mismo curriculum de Jonh y Jennifer estos científicos, sin duda comprometidos con la objetividad y la coherencia intelectual? ¿Afectaría el sexo del supuesto solicitante a la probabilidad de que le ofrecieran un contrato?

Los resultados no dejaron lugar a dudas y pusieron de manifiesto un claro sesgo a favor de John. Los evaluadores y también, de manera sorprendente, las evaluadoras participantes clasificaron a John como significativamente más competente que Jennifer, a pesar de las idénticas cualificaciones de ambos. Los científicos y científicas evaluadoras también ofrecieron a John un salario inicial bastante más alto y más apoyo y recursos para desarrollar su carrera investigadora que los ofrecidos a Jennifer. Estos resultados fueron publicados en la revista científica Proceedings de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos el pasado mes de octubre de 2012.

Así pues, la discriminación en contra de las mujeres parece ser un hecho también en la comunidad científica, e incluso discriminan contra ellas investigadoras que han conseguido ocupar puestos de responsabilidad y prestigio científico. Un reciente informe de los consejeros de ciencia y tecnología del presidente de los EE.UU. indica que la próxima década serán necesarios un millón de científicos más para hacer frente a las demandas tecnológicas y de investigación de ese país. Creo que esto contrasta fuertemente con lo que sucede en España. En todo caso, es muy probable que la cantidad de personas con formación científica deba incrementarse también en Europa, lo cual será difícil de conseguir si no vencemos los claros sesgos discriminatorios contra las mujeres en ciencia. Esperemos que el estudio de la Dra. Handeslman marque, en efecto, la diferencia para conseguirlo.

OBRAS DE JORGE LABORDA.

Una Luna, una civilización. Por qué la Luna nos dice que estamos solos en el Universo

One Moon one civilization why the Moon tells us we are alone in the universe

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Se han clonado los dioses.


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