Desde la atalaya tranquila de nuestro planeta templado y acogedor, José María Campos Cánovas y Daniel Iván Reyes nos invitan a un viaje fascinante. En su compañía observaremos los fenómenos más extraordinarios del Cosmos: visitaremos las estrellas más masivas, los cuerpos más veloces, los lugares más fríos o calientes y los mundos más extraordinarios y diminutos. Ante nuestros frágiles ojos se abre un Universo que bate todos los récords.
Hablemos de transporte de gases en el cuerpo humano
Para entrar en materia y directo a escalas que nos permitan comprender con mayor facilidad lo que trataremos de explicar, comencemos hablando de los Estados unidos de Norteamérica. Un país que en su momento más álgido, alcanzó en el 2008, la sorprendente cifra de 250 millones de autos circulando en su territorio (según datos de Earth Policy Institute) ¿Puede imaginarlos?
Si bien, 250 millones de autos se pueden entender, cuesta trabajo imaginarlos. Tenga en cuenta que una ciudad de aproximadamente 1 millón de habitantes, solamente tiene unos 250 mil vehículos y ellos ya son una inmensidad para la ciudad.
No obstante, estos 250 millones de autos serán nuestro marco de referencia para hablar de transporte. Pero no transporte de humanos, ni de mercancías. De hecho, hablaremos del transporte de un gas, pero no a través de carros-tanque, sino de unos vehículos microscópicos transportadores de oxígeno. ¿Me acompañan? Entonces aspiremos la mayor cantidad de aire posible y sigamos la ruta de ese aire hasta el interior de su cuerpo. Vayamos al mundo microscópico y conozcamos más de él. ¿Está listo? Acompáñeme…
En nuestro cuerpo, existen unas células encargadas de transportar oxígeno llamadas Glóbulos Rojos. Ellos son esos carros-tanque llenos de oxígeno que viajan a todo el organismo para llevar este preciado gas desde los pulmones hasta cada célula. En su interior, contienen una molécula que fija el oxígeno, llamada HEMOGLOBINA. Sin ella, los glóbulos rojos no podrían transportar oxígeno. Es totalmente necesaria pues es ella, quien a través de una reacción química, se une al oxígeno para arrastrarlo hasta el lugar donde se requiere. Cuando haya llegado a su destino, lo soltará revirtiendo la reacción química y entrará a la célula que lo requiere.
Lo impresionante, es que cada glóbulo rojo contiene en su interior aproximadamente 280 millones de moléculas de hemoglobina. Casi la misma cantidad de automotores que circularon en el 2008 en los estados unidos, en un territorio de millones de kilómetros cuadrados pero en este caso, la hemoglobina se encuentra en una célula de 6 millonésimas de un metro en promedio. Y todo, para llevar oxígeno a todo el organismo.
Pero, ¿cómo llegar a todo el organismo? Por medio de una gran autopista, el sistema circulatorio
¿El medio? La sangre.
¿El vehículo?: Los glóbulos rojos.
¿Cómo lo hacen? A través de la hemoglobina.
Sí, a través de 280 millones de moléculas de hemoglobina que cada glóbulo rojo contiene. Ellas transportarán cada una, 1 molécula de oxígeno unida a cada uno de sus 4 grupo hemo, hasta cada célula de nuestro cuerpo.
Entregarán oxígeno y se llevarán dióxido de carbono para expulsarlo del cuerpo a través de los pulmones. Este es el servicio de entrega de oxígeno y recolección de dióxido de carbono que segundo a segundo nuestro cuerpo realiza, ya sea en reposo o bajo actividad física.
Pero hay un detallito más, estas 280 millones de moléculas (similar, como ya mencioné, al parque vehicular en funcionamiento de todos los Estados Unidos de Norteamérica), se encuentran dentro de 1 glóbulo rojo. ¡UNO solo! Pero cada mililitro de sangre tiene en promedio 5 millones de glóbulos rojos y como hemos dicho, cada uno tiene a su vez 280 millones de estos vehículos trasportadores llamados hemoglobina.
Intentaré ayudarle a comprender esta cifra:
La población mundial de humanos supera los 7,300 millones de personas. Si los humanos fuéramos moléculas de hemoglobina, sólo alcanzaríamos para dotar a 26 glóbulos rojos de hemoglobina.
¿Se imagina?
Siguiendo con la analogía, si los humanos fuéramos 280 millones de moléculas de hemoglobina y marcháramos trasportando oxígeno, uno de tras de otro, ocupando 1 metro lineal de separación entre cada humano, formaríamos una línea de 280 mil kilómetros. Es decir, una cadena humana que rodee el planeta tierra 7 veces por el ecuador.
Todo esto, como ya dije, en cada glóbulo rojo, de los 5 millones por mililitro de sangre que contenemos. Y es que el macro universo no parece estar allá afuera de nuestro planeta, alejado de nuestra atmósfera, sino en nuestro interior. Vengan, salgamos por un momento allá afuera, visitemos el espacio exterior y observemos otro ejemplo:
Las estrellas de una galaxia como la nuestra, si fueran moléculas de hemoglobina, apenas aportarían con sus 300,000 millones de estrellas promedio, la hemoglobina necesaria para equipar poco menos de 1,100 glóbulos rojos. Harían falta las estrellas de 5,000 galaxias como la nuestra para formar los 5 millones de glóbulos rojos que contiene 1ml de sangre.
Pero volvamos al verdadero macro universo, al microscópico: Y es que cada minuto, el cuerpo humano exige 3.5 ml de oxígeno por cada kilogramo de peso y para ello, requerimos de unos 35,000 millones de glóbulos rojos circulando en nuestros escasos 7 litros de sangre, para llevar hasta cada célula su dotación de oxígeno. Así es, todo este inmenso universo microscópico, está sumergido en tan sólo 7 litros de sangre humana, que representa el volumen promedio de un adulto.
Volvamos a los estados unidos. En el 2008, USA introdujo a sus calles 15 millones de autos y eliminó 14 millones… Cada año introduce nuevos y elimina los que no le sirven. De igual manera funciona el cuerpo humano. Cada día, nuestro organismo se asegura que el sistema de transporte esté en óptimas condiciones, destruyendo unos 300 millones de glóbulos rojos viejos e incorporando la misma cantidad de nuevos glóbulos que prestarán sus servicios de transporte durante unos 120 días y después de ellos, serán destruidos.
A mi parecer, esto es naturaleza extrema… ¿A usted también le parece?
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
40,8 millones de audios servidos desde 2009
Agradecemos la donación de:
Angel Quelle Russo
“Vuestra labor de divulgación de la ciencia y en particular del apoyo a los científicos españoles me parece muy necesario e importante. Enhorabuena.”
Angel Rodríguez Díaz
“Seguid así”
Anónimo
Mauro Mas Pujo
Maria Tuixen Benet
“Nos encanta Hablando con Científicos y el Zoo de Fósiles. Gracias.”
Daniel Dominguez Morales
“Muchas gracias por su dedicación.”
Anónimo
Jorge Andres-Martin
Daniel Cesar Roman
“Mecenas”
José Manuel Illescas Villa
“Gracias por vuestra gran labor”
Ulrich Menzefrike
“Donación porque me gustan sus podcasts”
Francisco Ramos
Emilio Rubio Rigo
Vicente Manuel CerezaClemente
“Linfocito Tcd8”
Enrique González González
“Gracias por vuestro trabajo.”
Andreu Salva Pages
Emilio Pérez Mayuet
“Muchas gracias por vuestro trabajo”
Daniel Navarro Pons
“Por estos programas tan intersantes”
Luis Sánchez Marín
Jesús Royo Arpón
“Soy de letras, sigo reciclándome”