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El Neutrino

El neutrino es una partícula esquiva, en apariencia insignificante, pero necesaria para explicar el mundo. Ni la radiactividad, ni el big bang, ni el Modelo Estandar de la física de partículas serían posibles sin él. Con El neutrino, un blog nacido en febrero de 2009, el físico y escritor Germán Fernández pretende acercar al lector, y ahora al oyente, al mundo de la ciencia a partir de cualquier pretexto, desde un paseo por el campo o una escena de una película, hasta una noticia o el aniversario de un investigador hace tiempo olvidado.

En busca de la planta del té - Los apóstoles de Linneo II

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Los apóstoles de Linneo fueron jóvenes científicos que viajaron por el mundo para estudiar la flora y la fauna de otros países y para difundir las nuevas ideas de Linneo sobre la clasificación de los seres vivos.
En el primer episodio vimos que el primer apóstol, Christoffer Tärnström, perdió la vida en su viaje a China, donde, entre otras cosas, pretendía conseguir una planta del té. Linneo tenía mucho interés en esa planta, por entonces solo conocida en Europa por sus hojas. Y no solo Linneo. Muchos estados europeos estaban interesados en romper el monopolio de China y Japón, los únicos países donde se cultivaba el té.

Cuando la Compañía Británica de las Indias Orientales pidió a los chinos semillas o plantones de té, estos los engañaron y les proporcionaron camelias ornamentales, muy parecidas. Así, a partir de su aclimatación en Inglaterra en 1739, las camelias se pusieron de moda en toda Europa como flores de lujo; la moda alcanzó su apogeo a mediados del siglo XIX, como atestigua La dama de las camelias de Alejandro Dumas, hijo; aunque poco después perdió el favor del público frente a la orquídea.

Pero volvamos al asunto que nos ocupa. Tras el fracaso de su primer apóstol, en 1748, Linneo envió no uno, sino dos apóstoles a Cantón: Olof Torén y Carl Fredrik Adler.

Olof Torén había nacido en Sätila, en el sudoeste de Suecia, en 1718. En 1737 entró en la Universidad de Upsala, donde estudió teología e historia natural, y en 1747 fue ordenado pastor. Durante sus diez años de estudios, se ganó la vida como profesor particular.

Carl Fredrik Adler nació el 30 de septiembre de 1720 en Näsby, población del centro-sur de Suecia que hoy forma parte de la ciudad de Örebro. En febrero de 1742 empezó sus estudios de medicina en la Universidad de Upsala.

El 26 de enero de 1748, ambos embarcaron en el Hoppet, de la Compañía Sueca de las Indias Orientales, Torén como pastor y Adler como médico. Durante la travesía, Adler realizó las observaciones sobre bioluminiscencia marina en aguas de China e Indonesia con las que más tarde redactó su tesis doctoral, titulada Noctiluca marina. Regresaron a Suecia el 11 de julio de 1749 sin haber conseguido la planta del té.

Al año siguiente, la Compañía de las Indias Orientales ofreció a Linneo puestos en dos barcos con destino a China, el Götha Leijon y el Prins Carl. Adler prefirió quedarse en Suecia para terminar sus estudios, así que Linneo reclutó a un nuevo apóstol, Pehr Osbeck.

Pehr Osbeck había nacido en Oset, en la provincia de Halland, en el suroeste de Suecia, el 9 de mayo de 1723. Tras sus estudios primarios y secundarios en Gotemburgo, ingresó el 20 de septiembre de 1745 en la Universidad de Upsala, donde estudió teología y ciencias naturales. De pocos recursos, trabajó como tutor de los hijos de un juez en Örmanäs, en el sur de Suecia, entre 1747 y 1749, aunque esta ocupación le dejaba tiempo para realizar excursiones botánicas.

El 12 de octubre de 1750, Osbeck fue ordenado y ese mismo año se embarcó como pastor del Prins Carl, que zarpó el 27 de noviembre hacia Cantón, pasando por Cádiz, Ascensión y Java. Aunque uno de sus objetivos principales, de nuevo, era obtener una planta de té para Linneo, entre los numerosos especímenes vegetales que recolectó durante cuatro meses en la región de Cantón, ninguno era de té. Regresó a Suecia el 26 de junio de 1752.

Por su parte, Torén se había embarcado en el Götha Leijon el 1 de abril de 1750. Este segundo viaje le llevó a Madeira, Ascensión, Surat (en la costa oeste de la India), donde se detuvo cinco meses y, de nuevo, a Cantón, donde permaneció medio año. Torén tampoco consiguió la planta del té, y además enfermó en el viaje de vuelta. Desembarcó en Gotemburgo el 26 de julio de 1752. Pasó un tiempo en Strömstad, localidad fronteriza con Noruega en la costa sur de Suecia, pero su salud empeoró y poco después se trasladó a la cercana Näsinge, donde tenía amigos y familiares, y donde murió el 17 de agosto de 1753, con solo treinta y cinco años.

Durante sus últimos meses escribió siete cartas a Linneo en las que describió su segundo viaje. Esta correspondencia se publicó póstumamente como apéndice del diario de Pehr Osbeck, con el título de En Ostindisk Resa Til Suratte, China &c. Från 1750 April 1. til 1752. Jun. 26 Förrättad af Olof Torén («Un viaje por las Indias Orientales a Surat, China, etc. del 1 de abril de 1750 al 26 de junio de 1752, llevado a cabo por Olof Torén»).

Una de las plantas que Torén envió a Linneo, recolectada en Cantón en su primer viaje, fue descrita por este con el nombre de Torenia asiatica en memoria de su apóstol, al que consideraba un botánico prometedor.
La siguiente oportunidad para viajar a China se presentó en 1753. Osbeck la rechazó por motivos de salud, así que Adler, que el año anterior había defendido su tesis doctoral y ya había terminado sus estudios, se embarcó en el Prins Carl. Entre 1753 y 1756 viajó a Surat y de nuevo a Cantón. Otra vez sin éxito en lo que respecta a la planta del té.

De vuelta en Suecia, Adler se casó con Brita Christina Andersdotter Fahlbeck en enero de 1758, probablemente en Gotemburgo. A pesar de que Linneo prefería que sus apóstoles fueran solteros, Adler realizó aún dos viajes más como apóstol de Linneo y médico de a bordo: Entre 1759 y 1760 volvió a Cantón en el Prins Friedric Adolph. Y en el mismo barco se embarcó de nuevo con destino a Cantón en 1761, pero de este tercer viaje no regresó; murió en aguas de Java ese mismo año.

¿Y qué fue de Osbeck? Fue capellán del conde Carl Gustaf Tessin entre 1753 y 1758. En 1757 ingresó en la Real Academia de Ciencias de Upsala, y ese mismo año publicó el diario de su viaje a China, titulado Dagbok öfwer en ostindisk Resa åren 1750, 1751, 1752 («Diario de un viaje a las Indias Orientales en los años 1750, 1751, 1752»). En 1758 fue nombrado párroco de las parroquias de Hasslöv y Våxtorp, en su provincia natal, ingresó en la Real Academia Sueca de Ciencias y se casó con Susanna Dahlberg, con la que tuvo ocho hijos. Uno de ellos, Carl Gustaf Osbeck, siguió la estela de su padre y se embarcó como médico y botánico en el Gustaf Adolph, con el que realizó dos viajes, a Sudáfrica, la India y China.
En 1760, Pehr Osbeck ascendió a vicario, y en 1773 a deán rural. Ese año ingresó en la Academia Fisiográfica de Lund, y en 1775 en la Real Sociedad de Artes y Ciencias de Gotemburgo y en la Real Sociedad Patriótica. En 1779 fue investido doctor en teología por la Universidad de Upsala.

Murió en Hasslöv el 23 de diciembre de 1805, a los ochenta y dos años. Durante el medio siglo que residió en Hasslöv simultaneó sus labores pastorales con observaciones de zoología, botánica y antropología.

Linneo dedicó a Osbeck una de las plantas que este había traído de Cantón, Osbeckia chinensis.
¿Y el té? Pues Linneo no llegó a hacerse con una planta completa en su vida. Aunque eso no le impidió darle un nombre científico: En 1753 la bautizó con el nombre de Thea sinensis, basándose en la descripción realizada en 1712, durante su estancia de dos años en Japón, por el alemán Engelbert Kaempfer, médico y naturalista de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, que le había dado el nombre de Thea japonense.

En 1818, el botánico inglés Robert Sweet propuso que, dada su semejanza, el té debería incluirse en el género de las camelias, Camellia, que irónicamente había sido creado por Linneo, en honor del botánico moravo Georg Joseph Kamel, que había estudiado la flora de Filipinas. El nombre quedó oficialmente fijado como Camellia sinensis en 1888 con una nueva descripción debida al naturalista alemán Carl Ernst Otto Kuntze.

Los chinos y japoneses mantuvieron el monopolio de la producción del té hasta mediados del siglo XIX. En 1823, los ingleses descubrieron una variedad silvestre de la planta del té en Assam, en el este de la India. Los primeros cultivos de té en la India datan de 1835. Sin embargo, la variedad india es menos resistente que la china, y da un té de menor calidad, así que la Compañía Británica de las Indias Orientales envió al botánico Robert Fortune a las provincias interiores de China para conseguir plantas de la variedad china. Entre 1848 y 1851, Fortune recorrió el país disfrazado de comerciante nativo, recopilando información sobre el cultivo y la producción del té. Gracias a los pequeños invernaderos portátiles inventados dos décadas antes por el médico inglés Nathaniel Bagshaw Ward, Fortune consiguió robar e introducir en la región india de Darjeeling, en la Bengala occidental, veinte mil plantas y plantones de té; también sacó ilegalmente de China un grupo de trabajadores especializados para aprovechar sus conocimientos y experiencia. Aunque la mayor parte de las plantas murieron, la expedición de Fortune fue fundamental para el desarrollo de la industria india del té y para acabar con el monopolio oriental en el cultivo de esta planta.

(Germán Fernández, 10/2017)

OBRAS DE GERMÁN FERNÁNDEZ:

Infiltrado reticular
Infiltrado reticular es la primera novela de la trilogía La saga de los borelianos. ¿Quieres ver cómo empieza? Aquí puedes leer los dos primeros capítulos.

El expediente Karnak. Ed. Rubeo

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