El conocimiento científico crece gracias a la labor de miles de personas que se esfuerzan, hasta el agotamiento, por encontrar respuestas a los enigmas que plantea la Naturaleza. En cada programa un científico conversa con Ángel Rodríguez Lozano y abre para nosotros las puertas de un campo del conocimiento.
Imagina que tu móvil o las autoridades pudieran avisarte unos segundos antes de que empiece un terremoto. Parece poco tiempo, pero esos segundos pueden marcar la diferencia entre la seguridad y el desastre: protegerte bajo una mesa, salir de un edificio, avisar a un avión para que no aterrice o detener un tren. Eso es precisamente lo que busca lograr QuakeUp, un nuevo sistema de alerta sísmica temprana que ha sido probado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM), en colaboración con científicos italianos de la Università di Napoli Federico II.
Lucía Escudero, estudiante de doctorado en el Departamento de Física de la Tierra de la UCM y nuestra invitada en Hablando con Científicos, explica cómo este nuevo sistema de alerta temprana de terremotos ha sido diseñado y evaluado para funcionar en la Región Ibero-Magrebí, una zona sísmicamente activa que abarca el sur de la península ibérica, el mar de Alborán y el norte de África. En esta región, donde las placas tectónicas euroasiática y africana se encuentran y rozan constantemente, los terremotos no son muy frecuentes, pero pueden alcanzar magnitudes considerables, como el de Alhucemas en 2004, de magnitud 6.3, o el del mar de Alborán en 2016, de magnitud 6.4.
Cuando ocurre un terremoto, las rocas del subsuelo liberan una enorme cantidad de energía que se propaga en forma de ondas sísmicas. Las ondas P (primarias) son las más rápidas: viajan primero y apenas causan daño. Les siguen las ondas S y las ondas superficiales, más lentas pero mucho más destructivas.
El objetivo de un sistema de alerta temprana es detectar rápidamente las ondas P y, a partir de ellas, predecir la llegada y la intensidad del temblor principal. Si se logra hacer con suficiente rapidez, se pueden emitir avisos antes de que lleguen las ondas que realmente sacuden el suelo.
Ahí es donde entra QuakeUp. A diferencia de los sistemas tradicionales —que se centran en localizar el epicentro y estimar la magnitud del terremoto—, este sistema propone algo más ambicioso: predecir en tiempo real la Zona de Daño Potencial (PDZ), es decir, aquellas áreas donde la sacudida del terreno podría superar el umbral capaz de provocar daños significativos en edificios e infraestructuras.
Para lograrlo, QuakeUp se alimenta con los datos de las ondas P recogidos por estaciones sísmicas cercanas al epicentro y utiliza un conjunto de ecuaciones que relacionan la energía sísmica con el movimiento del suelo, calculando cómo afectarán las ondas más destructivas a las regiones cercanas antes de que estas lleguen. Estas ecuaciones han sido adaptadas y probadas específicamente para la región iberomagrebí, gracias a un detallado análisis de los terremotos ocurridos allí.
Durante las pruebas realizadas con los terremotos del mar de Alborán de 2016 —una serie sísmica con magnitudes entre 5.0 y 6.4—, los investigadores comprobaron que QuakeUp era capaz de reproducir con gran precisión los resultados obtenidos por el Instituto Geográfico Nacional, tanto en la ubicación del epicentro como en la estimación de la magnitud e intensidades observadas.
Uno de los resultados más prometedores fue el análisis del terremoto principal de magnitud 6.4 ocurrido en enero de 2016. El sistema logró emitir alertas entre 14 y 62 segundos antes de la llegada de las ondas más destructivas, dependiendo de la distancia al epicentro. Puede parecer poco, pero esos segundos pueden ser cruciales para activar protocolos de emergencia: detener ascensores, cortar el gas, avisar a hospitales o enviar mensajes de alerta a la población.
Como en cualquier sistema de alerta sísmica, existe una “zona ciega” cerca del epicentro, donde las ondas destructivas llegan antes de que el sistema pueda hacer los cálculos y emitir una alerta. En el caso del mar de Alborán, esta zona se estimó en unos 80 kilómetros. Sin embargo, los científicos creen que instalar más estaciones sísmicas, especialmente en la costa norte de Marruecos, permitiría reducir considerablemente ese límite.
Desde 2015, el Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la UCM ya opera un sistema de alerta temprana basado en el software PRESTo, que está en continuo desarrollo. La incorporación de QuakeUp, con su capacidad para predecir la Zona de Daño Potencial, supondría un salto cualitativo en la gestión del riesgo sísmico.
En definitiva, como cuenta Lucía Escudero durante la entrevista, QuakeUp demuestra que la ciencia puede adelantarse al temblor, especialmente en zonas alejadas del epicentro. Aunque no podamos evitar los terremotos, cada segundo ganado antes de que llegue la sacudida puede ser vital.
Os invitamos a escuchar a Lucía Escudero, estudiante de doctorado en el Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en el nuevo episodio de Hablando con Científicos.
Referencia:
Lucía Escudero , Aldo Zollo , Maurizio Mattesini , Raffaele Rea , Luca Elia , Simona Colombelli , Elisa Buforn; Performance of an Impact‐Based Earthquake Early Warning System in the Alboran Sea. Seismological Research Letters 2025;; 96 (5): 3063–3075. doi: https://doi.org/10.1785/0220240474
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