Cienciaes.com

Zoo de Fósiles podcast - cienciaes.com suscripción

Zoo de fósiles

La mayor parte de los seres vivos que han poblado la Tierra han desaparecido para siempre. Mensualmente, Germán Fernández Sánchez les ofrece en Zoo de Fósiles la posibilidad de conocer la vida de algunas de las más extraordinarias criaturas que vivieron en el pasado y que han llegado hasta nosotros a través de sus fósiles.

Halkieria, otra babosa acorazada.

Halkieria - Zoo de Fósiles podcast - Cienciaes.com

Hace pocas semanas hemos recibido un correo de uno de nuestros más jóvenes seguidores, en el que nos adjuntaba fotos de su visita a los esquistos de Burgess, en las Montañas Rocosas de Canadá. Ya hemos hablado en varias ocasiones de diversos fósiles procedentes de ese yacimiento de mediados del Cámbrico, famoso por el excepcional estado de conservación de sus fósiles, que han preservado incluso huellas de las partes blandas de los animales. Pero no es este el único yacimiento de la época con esas características. En el norte de Groenlandia, en la península de Nansen, se encuentran los yacimientos de Sirius Passet, así llamados por la patrulla Sirius, una unidad de élite de la marina danesa que recorre en trineo de perros el norte y el este de Groenlandia para mantener la soberanía danesa en estos inmensos territorios árticos deshabitados.

Descubierto en 1984, desde entonces se han recogido más de diez mil fósiles del Cámbrico medio, hace unos 520 millones de años, unos diez o quince millones de años más antiguos que los de los esquistos de Burgess. En aquella época, el lugar se encontraba en la costa de un continente llamado Laurentia, formado por Groenlandia y Norteamérica, en latitudes tropicales al sur del Ecuador.

La fauna de Sirius Passet está formada por artrópodos, esponjas, moluscos, gusanos y otros animales que no se pueden asignar con facilidad a los grupos actuales. Entre estos últimos destaca Halkieria. Aunque se han encontrado fósiles de Halkieria, y de otras especies emparentadas, que forman el grupo de los halkiéridos, por todo el mundo, en 1989 se descubrió en Sirius Passet el único espécimen completo de este animal.

Halkieria parece una babosa acorazada, con una longitud de entre un centímetro y medio y ocho centímetros. Cerca de ambos extremos del cuerpo hay una especie de valva con marcadas líneas de crecimiento. Estas dos valvas, semejantes a las de un molusco bivalvo, servían posiblemente de fijación para los órganos internos. El resto del cuerpo, aplanado, está cubierto por unos dos mil escleritos superpuestos, placas endurecidas que forman su esqueleto externo. Los escleritos son de tres tipos: los primeros son palmeados, semejantes a una hoja de arce, y se situan en la parte superior, entre las dos valvas; son los más pequeños. A los lados, y rodeando el exterior de las valvas, los escleritos tienen forma de cuchillo afilado; y más abajo, rodeando todo el perímetro del animal, parecen espinas o cilindros aplastados. Todos ellos son huecos, y seguramente estaban rellenos de tejido orgánico en vida del animal. Crecen desde la piel, y según el animal aumenta de tamaño van siendo sustituidos por otros más grandes. Se supone que las valvas y los escleritos estaban hechos de carbonato de calcio.

La parte inferior era seguramente un pie muscular sin ecleritos. Halkieria vivía en el fondo del mar, donde se desplazaba mediante ondulaciones de este pie muscular. Cuando se sentía atacado se enrollaba sobre si mismo, de manera que los afilados escleritos se proyectaban hacia el exterior para disuadir a los posibles depredadores.

Como ocurre con muchos fósiles de esta época, es difícil dilucidar las relaciones evolutivas de Halkieria. En 1995, los paleontólogos Simon Conway Morris y John S. Peel lo relacionaron con los braquiópodos, un grupo de animales marinos semejantes a los moluscos bivalvos; a diferencia de estos, en los que las dos valvas se situan en los lados izquierdo y derecho del animal, los braquiópodos tienen una valva superior y otra inferior, y suelen estar fijos al sustrato por un pedúnculo. Las cerdas de los braquiópodos son muy similares a los escleritos de Halkieria y, además, las larvas de los braquiópodos son muy parecidas a este fósil. En 2003, Cohen, Holmer y Luter apoyaron esta clasificación, y propusieron que los braquiópodos evolucionaron de un pariente de Halkieria que acortó su cuerpo, se dobló sobre sí mismo hasta juntar las valvas y desarrolló un pedúnculo a partir de la zona dorsal.

También se ha propuesto que Halkieria está más cercano a los moluscos, ya que sus escleritos se parecen a los de los moluscos solenogastros sin concha y a los de los quitones o cochinillas de mar. Por último, y como ocurría también con Wiwaxia, del que hablamos aquí hace poco, se ha relacionado a Halkieria con los chancelóridos, organismos semejantes a esponjas acorazadas. Los escleritos de los chancelóridos son semejantes a los de Halkieria en varios aspectos: están hechos de fibras de aragonito organizadas del mismo modo, tienen una cavidad interna rellena de tejido orgánico conectado con el cuerpo del animal, y están cubiertos por una delgada capa orgánica.

¿Cómo un organismo móvil, complejo, de simetría bilateral, como Halkieria, puede estar estrechamente emparentado con organismos simples, inmóviles y de simetría radial como los chancelóridos? Se han planteado varias hipótesis para explicarlo. Es posible que los chancelóridos evolucionaran a partir de animales semejantes a Halkieria, y al adoptar una forma de vida sésil perdieran las estructuras y los órganos innecesarios. O, al contrario, puede ser que el antepasado de todos los animales de simetría bilateral fuera semejante a los chancelóridos. Pero no se han encontrado fósiles de escleritos más antiguos que 542 millones de años, cuando sabemos que existen animales bilaterales más antiguos, como Kimberlella, de hace 555 millones de años, que no tenía escleritos. Una posible solución a este problema podría ser que las condiciones para la fosilización de los escleritos no fueran las adecuadas antes de esos 542 millones de años. O, quizá, el antepasado común de Halkieria y de los chancelóridos tenía ya escleritos muy similares, pero que no estaban mineralizados y no se fosilizaron, y solo más tarde ambas líneas evolutivas incorporaron el aragonito. Como siempre decimos, el registro fósil es incompleto, y necesitamos más fósiles para resolver estos dilemas.

(Germán Fernández, 09/11/2023)

OBRAS DE GERMÁN FERNÁNDEZ:

Infiltrado reticular
Infiltrado reticular es la primera novela de la trilogía La saga de los borelianos. ¿Quieres ver cómo empieza? Aquí puedes leer los dos primeros capítulos.

El expediente Karnak. Ed. Rubeo

El ahorcado y otros cuentos fantásticos. Ed. Rubeo


Botón de donación
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
Colabore con CienciaEs.com - Ciencia para Escuchar
40,8 millones de audios servidos desde 2009

Agradecemos la donación de:

Angel Quelle Russo
“Vuestra labor de divulgación de la ciencia y en particular del apoyo a los científicos españoles me parece muy necesario e importante. Enhorabuena.”

Angel Rodríguez Díaz
“Seguid así”

Anónimo

Mauro Mas Pujo

Maria Tuixen Benet
“Nos encanta Hablando con Científicos y el Zoo de Fósiles. Gracias.”

Daniel Dominguez Morales
“Muchas gracias por su dedicación.”

Anónimo

Jorge Andres-Martin

Daniel Cesar Roman
“Mecenas”

José Manuel Illescas Villa
“Gracias por vuestra gran labor”

Ulrich Menzefrike
“Donación porque me gustan sus podcasts”

Francisco Ramos

Emilio Rubio Rigo

Vicente Manuel CerezaClemente
“Linfocito Tcd8”

Enrique González González
“Gracias por vuestro trabajo.”

Andreu Salva Pages

Emilio Pérez Mayuet
“Muchas gracias por vuestro trabajo”

Daniel Navarro Pons
“Por estos programas tan intersantes”

Luis Sánchez Marín

Jesús Royo Arpón
“Soy de letras, sigo reciclándome”

———- O ———-
App CienciaEs Android
App CienciaEs
App de cienciaes en apple store YouTube CienciaEs
———- O ———-



feed completo
Suscribase a nuestros programas






Locations of visitors to this page