En esta ocasión me ha apetecido tratar de unos de los misterios de la ciencia que aún no han sido resueltos, y de los que ya hablaba hace algo más de cuatro lustros, en julio de 2003. Se trata de los misterios de la materia oscura y de la energía oscura. Como es habitual, visitaremos también brevemente los nuevos descubrimientos y algunas de las evidencias que se han obtenido para apoyar una u otra de las hipótesis sobre al materia y energía oscuras, pero antes, escuchad con atención lo que explicaba hace dos décadas, porque creo que nos ilustraré bien sobre la naturaleza y causas de estos misterios tan oscuros.

Podéis leer aquí el artículo escrito en julio de 2003

Seguramente no te sorprenderá la afirmación de que tras más de 20 años de investigación en astrofísica y cosmología, desde que escribía las palabras que acabas de escuchar, todavía seguimos inmersos en las dos oscuridades, material y energética. Todavía sigue sin esclarecerse lo que son la materia y la energía oscuras.
No obstante, se han realizado ciertas observaciones, tanto por el Observatorio de Interferometría de Ondas Gravitatorias, más conocido como LIGO por sus sigas en inglés, como con el Telescopio espacial James Webb que comienzan a inclinar la balanza en favor de algunas hipótesis y en detrimento de otras.

Recordemos que la distribución entre materia y energía que parece ser aceptada por los científicos hoy es que el universo está formado en un 5% por materia ordinaria, un 26,8 % por materia oscura y un 68,2% por energía oscura. Hay al menos tres hipótesis que intentan explicar a la materia oscura. La primera es que está formada por partículas elementales no detectadas todavía que no interaccionan con las partículas de la materia ordinaria ni los fotones. Esto implica que la naturaleza de esta materia debería ser completamente diferente de la materia ordinaria.

Otra teoría para explicar la materia oscura es postular que no existe, Sí, sí. No me escuches con esa cara. La idea tras esta hipótesis es que la gravedad no se comporta como suponemos en todos los rangos de distancia del universo y que la curvatura del espacio-tiempo, que es lo que realmente explica la gravedad, podría no ser uniforme a grandes distancias en relación con la distribución de materia ordinaria que se observa. Por el momento, lo que se puede decir a cerca de esa hipótesis es que los cálculos y estudios indican que, aunque la gravedad pudiera no comportarse como pensamos, la presencia de materia oscura, aunque en un porcentaje diferente del estimado, seguiría siendo necesaria para explicar las observaciones realizadas sobre la velocidad de rotación de las galaxias o sobre las lentes gravitacionales, que son dos de las observaciones más importantes que apoyan la existencia de esta materia.

Jorge Laborda. 14 de febrero de 2024.

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