En Cierta Ciencia, de la mano de la genetista Josefina Cano nos acercamos, cada quince días, al trabajo de muchos investigadores que están poniendo todo su empeño en desenredar la madeja de esa complejidad que nos ha convertido en los únicos animales que pueden y deben manejar a la naturaleza para beneficio mutuo. Hablamos de historias de la biología.
La planta del cacao, que los habitantes de Mesoamérica domesticaron y bautizaron en lenguaje Náhuatl como “alimento de los dioses”, lleva en sus semillas una carga importante de flavonoides, algo de teobromina (productora de la sensación de placer) y cafeína, que estimula la actividad cerebral.
Los flavonoides son algunas de las sustancias que se encuentran en varios vegetales y que se han revelado de muchísima utilidad para aplacar en algo los daños que el envejecimiento produce en la memoria. Hoy nos ocuparemos sólo de ellos.
Diversos estudios realizados en humanos y otros mamíferos apuntaban a que la actividad del giro dentado, una región específica del hipocampo, disminuía a medida que el cuerpo envejecía.
El hipocampo es la estructura del cerebro donde se consolida la memoria y es el responsable de almacenar y manejar los recuerdos y toda la información que vamos adquiriendo en la vida. El giro dentado se altera como parte del proceso natural de envejecimiento cerebral produciendo como consecuencia disminución de la memoria, pero no tiene nada que ver con otra región vecina del hipocampo, la corteza entorrinal, esa sí involucrada en la enfermedad de Alzheimer.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia ha logrado demostrar que elementos bioactivos encontrados en el cacao revertieron la disminución de la memoria en ancianos saludables. Es la primera evidencia directa de que un factor determinante del deterioro de la memoria en humanos causado por la edad, se sitúa en una región específica del cerebro y que ese deterioro puede mejorarse con elementos biológicos que existen en algunos alimentos.
A medida que se envejece, se pierden las capacidades cognitivas, entre ellas la de aprender y recordar hechos recientes. Estas capacidades empiezan a declinar temprano en la edad adulta –cuando se llega al pico de la posibilidad de aprender casi sin esfuerzo, pronto se estabiliza y se inicia el declive– aunque los efectos no sean evidentes hasta bien entrados los cincuenta o sesenta años. Bien diferente este proceso al de la enfermedad de Alzheimer, que lesiona y destruye las neuronas en diferentes partes del cerebro, circuitos de la memoria incluidos.
Trabajos anteriores que conectaban una región específica del cerebro al deterioro en la memoria –el giro dentado– establecían sólo una correlación, no una causa directa. Para probar si es una causa, los investigadores de la Universidad de Columbia usaron los flavonoides del cacao para saber si su consumo mejoraba el funcionamiento del giro dentado y disminuía el daño en la memoria.
La bebida de cocoa rica en flavonoides fue obtenida de los granos del cacao mediante un proceso que preserva su pureza, pues el convencional los remueve en casi la totalidad.
En el estudio, 37 voluntarios en buen estado de salud, con edades entre 50 y 69 años, fueron asignados al azar a un grupo que tomaba una bebida con un alto contenido de flavonoides (900mg al día) y a otro que la consumía con bajo contenido (10mg), durante 3 meses. Análisis de imágenes cerebrales y pruebas de memoria se realizaron antes y después del estudio. Las imágenes cerebrales medían el volumen de sangre en el giro dentado (una medida del metabolismo) y la prueba de memoria consistía en una específica, de 20 minutos, diseñada para evaluar el estado de esa región del hipocampo.
“Cuando observamos las imágenes del cerebro de nuestros sujetos de estudio, encontramos una mejoría notable en la función del giro dentado (verde en la imagen) en aquellos individuos que consumieron los niveles más altos de flavonoides”, dice Adam M. Brickman, investigador principal y profesor de neuro psicología.
Este grupo también mostró un alto rendimiento en las pruebas de memoria. “Si un participante tenía una memoria típica de una persona de 60 años al inicio del estudio, después de los 3 meses, en promedio, se acercaba a la de una persona de 30 o 40 años” señala Scott A. Small, otro científico del grupo. Sin embargo, dice él con cautela, el estudio tiene que reproducirse con un número mucho mayor de individuos, algo en lo que ya están trabajando.
Los flavonoides se encuentran también en las hojas del té y en algunas frutas y vegetales, aunque las concentraciones y estructuras químicas varían mucho.
La cantidad alta de flavonoides usada en este estudio también mejoró la salud cardiovascular. Este hecho le da mucho vuelo a analizar a fondo el hallazgo, así, pronto se realizará un estudio modelo en 18.000 hombres y mujeres para probar si los flavonoides pueden ayudar a prevenir accidentes cerebro vasculares.
Este estudio, que aunque analiza un número muy bajo de individuos es my importante por sus resultados. Esto se debe en gran parte a que las técnicas de toma y análisis de imágenes cerebrales fueron mejoradas considerablemente por un equipo especializado. Igual ocurrió con las pruebas de la memoria que permitieron estudiar a fondo la función normal o disminuída del giro dentado.
Es de mucha importancia resaltar que la bebida usada en el estudio no es la misma que las que se consumen comercialmente, que poco o nada tienen de chocolate de verdad pues este se ha eliminado en su casi totalidad hasta dejar tan solo el recuerdo de lo que se conoce como los sólidos del cacao.
Comer chocolate con alto contenido de cocoa y mejor sin el azúcar y la grasa, aparte de ser una delicia, hará un buen trabajo a la hora de mejorar nuestra memoria o al menos, mantenerla en buenos niveles.
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