El neutrino es una partícula esquiva, en apariencia insignificante, pero necesaria para explicar el mundo. Ni la radiactividad, ni el big bang, ni el Modelo Estandar de la física de partículas serían posibles sin él. Con El neutrino, un blog nacido en febrero de 2009, el físico y escritor Germán Fernández pretende acercar al lector, y ahora al oyente, al mundo de la ciencia a partir de cualquier pretexto, desde un paseo por el campo o una escena de una película, hasta una noticia o el aniversario de un investigador hace tiempo olvidado.
Yo no tenía ni idea de lo que me estaba hablando. Resumiendo, los problemas de la pizarra que yo había resuelto creyendo que eran deberes eran en realidad dos famosos problemas de estadística sin resolver. Hasta ese momento no empecé a sospechar que había algo especial en ellos.
Un año más tarde, cuando empecé a preocuparme sobre el tema de mi tesis, Neyman se encogió de hombros y me dijo que si metía los dos problemas en una carpeta me los aceptaría como tesis.
El segundo de los dos problemas, sin embargo, no se publicó hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Ocurrió así. Hacia 1950 recibí una carta de Abraham Wald con las galeradas finales de un artículo que iba a publicarse en Annals of Mathematical Statistics. Alguien le había indicado que el resultado principal de su artículo era el mismo que el segundo de los problemas de los “deberes” resueltos en mi tesis. Le contesté sugiriéndole que lo publicaramos juntos. Él simplemente insertó mi nombre como coautor en las galeradas.
Así narró George Dantzig, en 1986, la historia que le hizo célebre, y con la que se inició su triunfante carrera en el campo de las Matemáticas. Ocurrió en 1939, cuando Dantzig cursaba estudios de doctorado, y dicen que en ella se inspira el inicio de El indomable Will Hunting. Ésto último no puedo confirmarlo, no he visto la película.
Después de la guerra, Dantzig desarrolló el algoritmo símplex, un algoritmo para la resolución de problemas de programación lineal u optimización lineal, considerado uno de los diez algoritmos matemáticos más importantes del siglo XX por la revista Computing in Science and Engineering. El algoritmo símplex fue el primero que permitió minimizar una función sobre un conjunto de desigualdades y dió un enorme impulso a la programación lineal, que se usa desde los años 1940 en la planificación industrial, para maximizar los beneficios o reducir los costes.
Y para los curiosos: Anne era la esposa de Dantzig, Jerzy Neyman, el profesor de estadística, fue uno de los fundadores de la estadística moderna, y Abraham Wald fue uno de los creadores del análisis secuencial, un tipo de análisis estadístico en el que el tamaño de la muestra no está fijado de antemano, sino que depende de los resultados que se van obteniendo.
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