El quilo, con “q” es el líquido formado en el duodeno (intestino delgado) por bilis, jugo pancreático y lípidos emulsionados resultado de la digestión de los alimentos ingeridos. En el podcast Quilo de Ciencia, realizado por el profesor Jorge Laborda, intentamos “digerir” para el oyente los kilos de ciencia que se generan cada semana y que se publican en las revistas especializadas de mayor impacto científico. Los temas son, por consiguiente variados, pero esperamos que siempre resulten interesantes, amenos, y, en todo caso, nunca indigestos.
Desde el año 1993, los científicos conocen la existencia en el medio ambiente de sustancias que se denominan interruptores endocrinos.
A veces lo obvio, aunque cierto, no es toda la verdad. Obvia resulta la epidemia de obesidad, no contagiosa, que está sufriendo el mundo desarrollado; en particular nuestro país, que en este caso no ha perdido el tren, a pesar de que la obesidad no facilita subirse al mismo. El exceso de peso se halla muy relacionado con serios problemas de salud, que incluyen la enfermedad cardiovascular, la diabetes de tipo 2, la hipertensión y algunos tipos de cáncer. La prevención de la obesidad con una dieta sana y ejercicio moderado es la mejor manera de prevenir dichos problemas, porque es igualmente obvio que quienes engordan lo hacen porque comen demasiado para el ejercicio que realizan.
Sin embargo, no está claro por qué la epidemia de obesidad sucede precisamente ahora. Es verdad que en la actualidad los países del primer mundo disponen de un exceso de alimentos muy ricos en calorías. Pero también es indudable que a lo largo de la historia reciente, incluso cuando no se hacía tanto ejercicio como ahora, siempre ha habido personas que han contado con sobreabundancia de alimentos y no por ello se han convertido en obesas. El exceso de alimentos y la falta de ejercicio no explican por sí solos la elevada prevalencia de obesidad que sufrimos hoy.
Por estos motivos, se ha estudiado si, además de las razones obvias para la obesidad, existen otras no tan evidentes. Es conocido que el correcto control del apetito depende de factores hormonales. Si estos factores no funcionan bien se producen desarreglos de la conducta alimentaria, entre ellos la ingesta exagerada de alimentos que causa la obesidad. Algunos investigadores sospecharon que sustancias contaminantes podrían afectar al correcto equilibrio hormonal que controla el apetito. ¿Eran sus sospechas ciertas?
Lamentablemente, sí.
Interruptores endocrinos
Desde el año 1993, los científicos conocen la existencia en el medio ambiente de sustancias llamadas “interruptores endocrinos”, los cuales interfieren con el normal funcionamiento de algunas hormonas, potenciando o disminuyendo su acción fisiológica. En general, los interruptores endocrinos son contaminantes derivados de insecticidas y pesticidas, o de la contaminación industrial, por lo que hoy son más abundantes en el medio ambiente que hace sólo unas décadas.
Según nuestro bagaje genético, algunas de estas sustancias ejercerán efectos diferentes. Por esta razón, no todo el mundo se convierte en obeso, ni siquiera en un medioambiente contaminado y en un entorno social en el que abundantes y apetitosos alimentos suelen estar presentes en celebraciones, reuniones, etc. No obstante, para algunas personas, los interruptores endocrinos pueden condicionar la fisiología del apetito desde muy temprano en sus vidas, y dejar su huella hasta la muerte, que sucederá antes de lo previsto gracias a su acción.
Polución y obesidad infantil
La acción temprana de algunas sustancias sobre el control hormonal del apetito ha sido recientemente corroborada en estudios llevados a cabo por investigadores españoles del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental, de Barcelona. Los investigadores estudiaron a 500 mujeres desde el primer trimestre de su embarazo. Les extrajeron sangre y analizaron la presencia en ella de varios contaminantes clorados muy persistentes en el medio ambiente. En particular, el DDE un derivado del insecticida DDT, que aún se usa en algunos países para combatir al mosquito transmisor de la malaria. El contenido de estas sustancias en la sangre de las madres fue luego evaluado de acuerdo a su posible efecto sobre el crecimiento y desarrollo de sus hijos, una vez nacidos.
Y bien, los resultados son preocupantes. Los bebés nacidos con peso normal de madres con altos niveles en sangre de DDE crecieron más rápidamente durante los 6 primeros meses de vida que los bebés nacidos de madres con bajos niveles. Como consecuencia, a la temprana edad de sólo 14 meses, los bebés nacidos de madres con altos niveles en sangre de esta sustancia mostraban sobrepeso cuatro veces más frecuentemente que los bebés nacidos de madres con bajos niveles.
Estos estudios apuntan a las agresiones sobre el medioambiente como causantes, o al menos colaboradoras, de la mayor tasa de obesidad en nuestros días. El entorno se defiende de nosotros y nos devuelve, en parte, el daño que le hacemos. Conviene, por tanto, actuar siempre de manera respetuosa con el medio ambiente por nuestro propio beneficio y el de nuestros hijos.
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
40,6 millones de audios servidos desde 2009
Agradecemos la donación de:
María D Walker
Mecenas
Juan Agustín Esteban Jiménez
Mecenas
Ramón Bernardo
Mecenas
Juan Pedro de Penolite
Mecenas
Juan José Señor López
“Buena Ciencia”
Mecenas
José Luis Montalbán Recio
Mecenas
Familia Herrero Martínez
Mecenas
Víctor Casterán Villacampa
“Apoyo a Cienciaes”
Mecenas
Juan Miguel Alcalá
“Bravo.”
Mecenas
*Jesús Rodríguez Onteniente.
“Dar gracias por su labor de divulgación científica.”
Mecenas
Dr. Ulrich Mencefricke
“Donación porque me gustan sus podcasts”
Mecenas
José Colon
Mecenas
David Webb
“¡Enhorabuena por una labor tan eficaz de divulgación!
Mecenas
David Bueno
“Mecenazgo”
Mecenas
José Luis Sánchez Lozano
“Contribución a vuestro trabajo”
Mecenas
ihortas
Nuevo mecenas
Ulises Gil
Nuevo Mecenas
Marco Arnez
Nuevo Mecenas
Familia Parra Armesto
“Gracias”
Nuevo Mecenas
Francisco Rosado
Mecenas
Vaughan Jackson
Mecenas
Vicente Guinea
Nuevo Mecenas
Juan Andrés García
Nuevo Mecenas
Angel Rodriguez Diaz
“BUEN TRABAJO. Tercer donativo que hago y seguro que no será el último. SEGUID ASÍ”
Mecenas
Enrique González
“Gracias por vuestro trabajo”
Mecenas
Javier Pozo Altillo
Nuevo Mecenas