La investigación derrama serias dudas sobre nuestra capacidad de decidir conscientemente

La ciencia ha demostrado que algunas creencias firmemente asentadas han terminado por revelarse como falsas ilusiones, engaños de los sentidos. Una de las más famosas es, tal vez, la ilusión de que la Tierra es plana. La evidencia demostró finalmente que la Tierra es esférica y que solo parece ser plana como resultado de su enorme tamaño y al punto de vista desde el que normalmente la observamos: el suelo, o la ventana de nuestra casa.

Al igual que esta ilusión sobre la geometría de la Tierra, es posible que todavía alberguemos otras, mucho más queridas para nosotros, que la ciencia está, no obstante, desbaratando. Me refiero nada menos que a la libertad de decisión consciente. Por increíble que pueda parecer, la investigación científica de los últimos años derrama serias dudas sobre nuestra capacidad de decidir conscientemente.

Esto puede resultar inaudito e inaceptable, pero al igual que la fotografías obtenidas por los satélites artificiales, desde un punto de vista más elevado que el más elevado posible en la Tierra, han terminado por despejar cualquier duda sobre la esfericidad de nuestro planeta, la tecnología moderna aplicada al análisis de la actividad cerebral está igualmente dejando pocas dudas sobre el hecho de que las decisiones que tomamos, en realidad, las toma nuestro subconsciente.

IMÁGENES DEL SUBCONSCIENTE

En una serie de experimentos realizados en 2008, se pidió a unas personas que apretaran un botón, si así lo deseaban, al ver aparecer una letra de las que desfilaban cada medio segundo en la pantalla de un ordenador, y que recordaran cuál de las cuatro letras empleadas habían visto antes de apretarlo. La cadencia de las letras fue diseñada para poder determinar el momento en el que los sujetos tomaban la decisión consciente. Mientras realizaban esta tarea, la actividad de su cerebro era analizada mediante la técnica de adquisición de imágenes por resonancia magnética funcional.

El análisis de las imágenes de la actividad cerebral reveló que nada menos que alrededor de diez segundos antes de que los sujetos fueran conscientes de que habían decidido apretar el botón, su cerebro, inconscientemente, ya lo había decidido. Al parecer, las decisiones se toman por el cerebro bien antes de que el mismo cerebro provoque la ilusión en nuestra consciencia de que la decisión la toma ella. Los datos científicos indican que eso no es cierto.

Tal vez por la persistencia de la crisis económica, un nuevo estudio ha analizado la actividad cerebral mientras los sujetos toman decisiones que conllevan pérdida o ganancia de dinero. El estudio se ha realizado con pacientes de depresión o de trastorno obsesivo compulsivo sometidos a una terapia que necesitaba de la implantación de electrodos en sus cerebros. Estos electrodos, además de su utilidad para intentar mitigar la depresión o las obsesiones, podían ser utilizados para analizar la actividad de las neuronas que se activaban al tomar decisiones.
La zona del cerebro que podía ser estudiada de esta manera fue el llamado “núcleo accumbens”, zona donde se implantaron los electrodos. Esta área del cerebro recibe y procesa importante información sobre las emociones, recuerdos y razonamientos, que son clave para el proceso de la toma de decisiones.

Mientras se encontraban con los electrodos implantados, se invitó a los pacientes a jugar a un juego de cartas muy simple. El juego se lleva a cabo por parejas y consiste en repartir una carta a cada participante. La más alta gana. En este caso, el juego se realizó con solo cinco cartas, los números pares del 2 al 10 de espadas. Cada participante podía ver su carta, pero no la de su contrincante. Tras sopesar la probabilidad de ganar o perder, podían apostar bien 5 dólares (me la juego, pero poco porque no estoy seguro de ganar), bien 20 dólares (estoy casi seguro de que mi carta es la ganadora), apretando uno de dos botones. La suerte estaba entonces echada.

NEURONAS ECONÓMICAS

Al tiempo que los pacientes tomaban estas decisiones, los investigadores analizaron la actividad neuronal revelada por los electrodos. Este análisis permitió detectar a 19 neuronas involucradas en el proceso de toma de decisiones financieras que, en principio, no debe de ser muy diferente del que se pone en marcha cuando personas con dinero apuestan en la bolsa.

Las señales eléctricas procedentes de dichas células permitieron predecir si una persona iba a realizar la apuesta más alta o la más baja, es decir, tras observar la actividad de las neuronas y el comportamiento de los pacientes, los investigadores observaron que el patrón de actividad neuronal difería de acuerdo a la apuesta finalmente realizada, lo que les permitió utilizar esta información para predecir el proceder de los apostantes. La actividad neuronal predecía el comportamiento final en casi tres segundos, y esta actividad era anterior a que la persona fuera consciente de su decisión.

Unidos a los anteriores, estos datos son, cuando menos, sorprendentes. Es sobrecogedor pensar que, probablemente, mientras escribo esto, mi cerebro anda decidiendo inconscientemente qué palabra usar antes de que “yo” sea consciente de la ilusión de que la he escogido “yo”. Ya perdonarán a mi subconsciente si no les gusta lo que escribo. Pero, ¿quién o qué soy “yo” después de todo? Si las elecciones son el impulso que va conformando nuestra vida, y si suceden primero a nivel inconsciente, la vida ¿sería solo un conjunto inconexo de elecciones inconscientes que creemos tomar de manera consciente? En mi opinión, esta pregunta genera un cierto desasosiego que, me temo, la investigación científica en este campo no hará sino aumentar.

OBRAS DE JORGE LABORDA.

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Adenio Fidelio

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