El quilo, con “q” es el líquido formado en el duodeno (intestino delgado) por bilis, jugo pancreático y lípidos emulsionados resultado de la digestión de los alimentos ingeridos. En el podcast Quilo de Ciencia, realizado por el profesor Jorge Laborda, intentamos “digerir” para el oyente los kilos de ciencia que se generan cada semana y que se publican en las revistas especializadas de mayor impacto científico. Los temas son, por consiguiente variados, pero esperamos que siempre resulten interesantes, amenos, y, en todo caso, nunca indigestos.
La cafeína disminuye la productividad intelectual de las ratas trabajadoras
En estos tiempos de crisis en los que los trabajadores se han convertido en “los vagos” y los funcionarios (incluidos médicos, profesores, investigadores, policías, bomberos…) son “defuncionados” como si se tratara de perniciosos parásitos sociales sin escrúpulos, algunos científicos han investigado muy acertadamente sobre los misterios de por qué unos trabajan mucho aunque cobren poco, y otros cobran mucho para lo poco que trabajan. Es este, sin duda, un tema que interesa a todos, como interesa también averiguar si cuando los trabajadores van a tomarse un café o un carajillo a media mañana, regresan luego al trabajo con renovadas energías o, por el contrario, dormitan el resto de la jornada.
Es cierto que, por el momento, no es posible llevar a cabo experimentos poco éticos con los trabajadores; al menos no pueden hacerlos los científicos, solo algunos políticos con sus reformas. Por esta razón, para realizar experimentos, los investigadores intentan conseguir modelos animales que se asemejen en lo posible a los humanos. No quiero pensar que tal vez sea este el motivo por el que se utilizan tan frecuentemente las ratas en los laboratorios. En todo caso, ratas es lo que se ha empleado para estudiar los efectos de ciertos estimulantes, como la cafeína o el alcohol, sobre vagos y trabajadores.
CUÁNTO CUESTA PENSAR
Cuando se trata de estudiar la capacidad de trabajo de las ratas en su relación a los seres humanos, nos encontramos con un problema. Es fácil hacer trabajar a las ratas físicamente, pero no tan fácil inducirlas a trabajar intelectualmente, es decir, realizando el tipo de tareas que supuestamente los trabajadores modernos y preparados realizan normalmente, y que requieren un esfuerzo mental. ¿Qué podemos hacer para averiguar cuánto trabajo le cuesta pensar a una rata?
Investigadores de la Universidad de British Columbia, en Canadá, han inventado un procedimiento para averiguar si las ratas son o no buenas trabajadoras intelectuales. El procedimiento es el siguiente: Se entrena a las ratas para que seleccionen, introduciendo su hocico en él, el agujero de entre cinco perforados en un panel que ha sido iluminado por un breve flash de luz desde la parte posterior del mismo. Las condiciones para esta tarea se determinan de manera que resulte fácil (un segundo de iluminación) o difícil (0,2 segundos de iluminación). Si la rata elige el agujero correcto en el primer caso, recibe una pequeña recompensa en forma de bolita de azúcar (equivalente al “salario mínimo interratonal”); si elige el agujero correcto en el segundo caso, el premio es una mayor cantidad de azúcar (tal vez equivalente al salario de un funcionario de primera antes de la rebaja salarial). Por último, una vez las ratas han aprendido que la tarea más difícil conlleva una mayor recompensa, se les enseña que pueden elegir si prefieren realizar la tarea fácil (y “cobrar” poco) o la difícil (y “cobrar” más) pulsando una palanca.
Aquí es cuando surge la primera sorpresa. Las ratas se clasifican a sí mismas en dos tipos nítidamente diferenciados de trabajadoras: las que siempre seleccionan la tarea fácil, y las que siempre seleccionan la difícil. Es decir, parece haber ratas a las que les cuesta pensar más que a otras. Me atrevo a afirmar que en esto no son muy diferentes de los humanos. Sin duda, si alguna empresa decidiera contratar a ratas trabajadoras (no pretendo ofender a nadie), el empresario tendría interés en conocer en qué tipo de trabajadoras se han clasificado a sí mismas las ratas que desea contratar… o despedir.
ESTIMULANTES Y TRABAJO
Pero los investigadores no se conformaron con averiguar que había ratas mejores trabajadoras intelectuales que otras. Intentaron también comprobar si la administración de estimulantes frecuentemente ingeridos por los seres humanos ejercía algún efecto en la decisión de las ratas de realizar o no la tarea difícil. Estos estimulantes incluyen, cómo no, el café y el alcohol.
Los científicos encontraron que la administración de cafeína producía efectos diversos según el tipo de rata al que se proporcionaba dicho estimulante. Las ratas buenas trabajadoras, bajo los efectos de la cafeína, dejaron de estar tan motivadas y pasaron a elegir la tarea fácil, a pesar de la menor recompensa que conllevaba. Las ratas peores trabajadoras, sin embargo, siguieron siendo tan cómodas como antes y continuaron eligiendo realizar la tarea fácil. Al parecer, la administración de cafeína, sorprendentemente, disminuye la productividad intelectual de las ratas buenas trabajadoras y su motivación por alcanzar objetivos más dificultosos, a pesar de una mayor recompensa.
Por otra parte, el alcohol no modificó la “personalidad” de las ratas trabajadoras. Bajo los efectos de esta droga, los animales siguieron eligiendo el mismo tipo de tarea (y de “salario”) que elegían antes. Para la motivación de las ratas trabajadoras intelectuales resulta menos perjudicial beber alcohol con moderación que café. Estos intrigantes resultados han sido publicados en la revista Neuropsycopharmacology.
Es obviamente demasiado prematuro concluir que algo similar a lo descrito aquí sucede en el caso humano. No obstante, con tanto recorte habrá que prepararse porque, si es así, probablemente las cafeterías cercanas a los lugares de trabajo no tardarán en ser “recortadas” de cuajo, e incluso George Clooney se quedará sin su fácil trabajo (aunque sospecho que muy bien pagado) de vendernos máquinas de café con glamour.
OBRAS DE JORGE LABORDA.
Una Luna, una civilización. Por qué la Luna nos dice que estamos solos en el Universo
One Moon one civilization why the Moon tells us we are alone in the universe
El embudo de la inteligencia y otros ensayos
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
40,6 millones de audios servidos desde 2009
Agradecemos la donación de:
María D Walker
Mecenas
Juan Agustín Esteban Jiménez
Mecenas
Ramón Bernardo
Mecenas
Juan Pedro de Penolite
Mecenas
Juan José Señor López
“Buena Ciencia”
Mecenas
José Luis Montalbán Recio
Mecenas
Familia Herrero Martínez
Mecenas
Víctor Casterán Villacampa
“Apoyo a Cienciaes”
Mecenas
Juan Miguel Alcalá
“Bravo.”
Mecenas
*Jesús Rodríguez Onteniente.
“Dar gracias por su labor de divulgación científica.”
Mecenas
Dr. Ulrich Mencefricke
“Donación porque me gustan sus podcasts”
Mecenas
José Colon
Mecenas
David Webb
“¡Enhorabuena por una labor tan eficaz de divulgación!
Mecenas
David Bueno
“Mecenazgo”
Mecenas
José Luis Sánchez Lozano
“Contribución a vuestro trabajo”
Mecenas
ihortas
Nuevo mecenas
Ulises Gil
Nuevo Mecenas
Marco Arnez
Nuevo Mecenas
Familia Parra Armesto
“Gracias”
Nuevo Mecenas
Francisco Rosado
Mecenas
Vaughan Jackson
Mecenas
Vicente Guinea
Nuevo Mecenas
Juan Andrés García
Nuevo Mecenas
Angel Rodriguez Diaz
“BUEN TRABAJO. Tercer donativo que hago y seguro que no será el último. SEGUID ASÍ”
Mecenas
Enrique González
“Gracias por vuestro trabajo”
Mecenas
Javier Pozo Altillo
Nuevo Mecenas