El quilo, con “q” es el líquido formado en el duodeno (intestino delgado) por bilis, jugo pancreático y lípidos emulsionados resultado de la digestión de los alimentos ingeridos. En el podcast Quilo de Ciencia, realizado por el profesor Jorge Laborda, intentamos “digerir” para el oyente los kilos de ciencia que se generan cada semana y que se publican en las revistas especializadas de mayor impacto científico. Los temas son, por consiguiente variados, pero esperamos que siempre resulten interesantes, amenos, y, en todo caso, nunca indigestos.
El pasado 4 de febrero se celebró el día internacional del cáncer, una jornada dedicada no solo a estimular la lucha contra esta enfermedad, sino, sobre todo, a mejorar la educación sobre la misma en la población y a difundir la esperanza de vencerlo. Y es que existen numerosos mitos y desinformaciones sobre el cáncer. Uno de ellos es que si investigamos las causas de esta enfermedad un día conseguiremos erradicarla y que nadie muera por su culpa. Es, sin duda, un objetivo muy loable. No obstante, si se lograra solo conseguiríamos incrementar la mortalidad por otras causas, ya que, según parece, todos moriremos tarde o temprano por alguna razón, si algún decreto ley no lo remedia pronto.
Otro de los mitos sobre el cáncer puede ser la creencia de que se está investigando todo lo posible para curar esta enfermedad. Sin embargo, me temo que esto no es cierto. Como evidencia de que lo que digo es verdad me gustaría analizar la situación actual de un tema de investigación sobre el cáncer que, a pesar de su indudable interés, ha avanzado muy poco, por no decir nada, durante los últimos años. El tema de investigación al que me refiero trata de averiguar la razón de la resistencia al crecimiento tumoral mostrado por una raza extraordinaria de ratones de laboratorio inmunes a varios tipos de tumores.
Casual descubrimiento
Sin embargo, esta raza de ratones se descubrió por casualidad bastante antes, en 1999, al inyectar a un ratón de laboratorio macho, en el curso de investigaciones contra el cáncer, varias dosis letales de células tumorales que, sin embargo, no lograron acabar con su vida. Cuando los investigadores se dieron finalmente cuenta de que este ratón era resistente al crecimiento tumoral, lo cruzaron con varias hembras de las que nacieron animales también resistentes. Esto supuso evidencia sólida de que esta inusual resistencia poseía una base genética interesante de estudiar. A partir de los descendientes del macho original, posiblemente un raro mutante, se generó una raza de ratones llamada SR/CR, resistente al crecimiento de diversos tipos de tumores agresivos. El estudio del patrón de la herencia demostró el no menos sorprendente hecho de que esta resistencia parecía depender de la mutación de un único gen, el cual, además, se heredaba de forma dominante, es decir, la herencia de un solo gen mutado, bien del padre, bien de la madre, era suficiente para conferir la resistencia.
Esta resistencia, sin embargo, no era constante. Solo los jóvenes la mostraban en toda su extensión. Cuando los ratones alcanzaban el ecuador de sus vidas, la resistencia disminuía drásticamente. Este hecho revela nuevas conexiones entre el envejecimiento y el desarrollo del cáncer que merecerían la pena ser estudiadas, pero que hasta el momento no lo han sido.
Investigación insuficiente
Estudios ulteriores revelaron que la capacidad de resistencia dependía del sistema inmune. Sorprendentemente, sin embargo, las células del sistema inmune involucradas no eran las mismas que las responsables del rechazo a los trasplantes, como los investigadores esperaban. Estas suelen ser los linfocitos citotóxicos que se activan de manera específica en respuesta a células extrañas. En el caso de los ratones, las células responsables de la resistencia parecen ser las células del sistema inmune que constituyen la primera línea de defensa contra la infección bacteriana o vírica. Estas son los llamados macrófagos y granulocitos, que se encuentran bajo la piel o diseminados en la sangre y luchan contra las bacterias o virus que intentan penetrar en el organismo.
No obstante, a pesar de estos descubrimientos, la razón última de esta extraordinaria resistencia, que podría darse también en el ser humano, sigue siendo un misterio. Un análisis de las publicaciones científicas sobre este tema puede comenzar a explicar por qué. Desde el descubrimiento de este ratón, solo se han publicado once artículos científicos, la mayoría simplemente dedicados a confirmar el hallazgo, como si este fuera demasiado increíble para ser aceptado.
Sigue sin saberse el mecanismo por el que las células inmunes primero detectan y luego matan a las diversas células cancerosas con tan extraordinaria eficiencia como para permitir la supervivencia a la inyección de dosis de células cancerosas miles de veces superiores a la dosis letal para ratones normales. Sigue sin conocerse cuál es el gen responsable de esta capacidad, lo que permitiría avanzar en la comprensión de este misterio y analizar si los seres humanos poseemos un gen similar. La identificación del gen permitiría también averiguar si existen variantes del mismo que confieren diferentes grados de resistencia o susceptibilidad al cáncer, lo cual tal vez permitiría explicar por qué aquel abuelo que fumaba tres paquetes diarios no murió de cáncer, sino de aburrimiento, y por qué si nunca había fumado, aquella abuela, murió no obstante de cáncer de pulmón. Pero lo más importante es que la identificación del gen permitiría tal vez introducirlo en nuestras células inmunes para intentar convertirlas en asesinas de células cancerosas y curar así, cuando menos, algunos tipos de tumores. ¿Por qué tan pocos científicos investigan esta cuestión? Eso también es un misterio.
NUEVA OBRA DE JORGE LABORDA.
Se puede adquirir aquí:
Circunstancias encadenadas. Ed. Lulu
Circunstancias encadenadas. Amazon
Otras obras de Jorge Laborda
Una Luna, una civilización. Por qué la Luna nos dice que estamos solos en el Universo
One Moon one civilization why the Moon tells us we are alone in the universe
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
40,6 millones de audios servidos desde 2009
Agradecemos la donación de:
María D Walker
Mecenas
Juan Agustín Esteban Jiménez
Mecenas
Ramón Bernardo
Mecenas
Juan Pedro de Penolite
Mecenas
Juan José Señor López
“Buena Ciencia”
Mecenas
José Luis Montalbán Recio
Mecenas
Familia Herrero Martínez
Mecenas
Víctor Casterán Villacampa
“Apoyo a Cienciaes”
Mecenas
Juan Miguel Alcalá
“Bravo.”
Mecenas
*Jesús Rodríguez Onteniente.
“Dar gracias por su labor de divulgación científica.”
Mecenas
Dr. Ulrich Mencefricke
“Donación porque me gustan sus podcasts”
Mecenas
José Colon
Mecenas
David Webb
“¡Enhorabuena por una labor tan eficaz de divulgación!
Mecenas
David Bueno
“Mecenazgo”
Mecenas
José Luis Sánchez Lozano
“Contribución a vuestro trabajo”
Mecenas
ihortas
Nuevo mecenas
Ulises Gil
Nuevo Mecenas
Marco Arnez
Nuevo Mecenas
Familia Parra Armesto
“Gracias”
Nuevo Mecenas
Francisco Rosado
Mecenas
Vaughan Jackson
Mecenas
Vicente Guinea
Nuevo Mecenas
Juan Andrés García
Nuevo Mecenas
Angel Rodriguez Diaz
“BUEN TRABAJO. Tercer donativo que hago y seguro que no será el último. SEGUID ASÍ”
Mecenas
Enrique González
“Gracias por vuestro trabajo”
Mecenas
Javier Pozo Altillo
Nuevo Mecenas