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Ulises y la Ciencia

Desde abril de 1995, el profesor Ulises nos ha ido contando los fundamentos de la ciencia. Inspirado por las aventuras de su ilustre antepasado, el protagonista de la Odisea, la voz de Ulises nos invita a visitar mundos fascinantes, sólo comprendidos a la luz de los avances científicos. Con un lenguaje sencillo pero de forma rigurosa, quincenalmente nos cuenta una historia. Un guión de Ángel Rodríguez Lozano.

Diamantes para Lolita

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Durante mucho tiempo nos han vendido la idea de que un diamante es el regalo más precioso que uno pueda ofrecer a la persona que ama ¡Díselo con diamantes! – rezaba el reclamo publicitario-, una frase que atrajo la atención de Ulises cuando era un mozalbete de 13 años y desconocía el valor de esas joyas. Hoy nos cuenta la historia.

Los diamantes son joyas de una belleza extraordinaria, eso nadie lo pone en duda, aunque, en esencia, no sean más que carbono, un elemento químico de lo más corriente. El diamante es carbono en estado puro o, al menos, cuanto más puro es, más vale. Pero no basta ese ingrediente, también es carbono puro el grafito del que está hecha la mina de un lápiz y nadie se lo regala a su novia para impresionarla. Mientras el diamante puro es incoloro y transparente, el grafito es negro y opaco. Ambos tienen átomos de carbono, pero organizados de distinta manera y es la organización la que marca la diferencia.

Durante mucho tiempo el diamante fue material más duro que se conocía. En estos momentos existen materiales que le ganan en dureza, como la fullerita ultradura o la OACC pero son productos obtenidos artificialmente que tienen, también, el carbono como base. No obstante, no debemos confundir la “dureza” con la “tenacidad”. Con un diamante podemos rayar cualquier material pero, si tiene uno, no se le ocurra golpearlo con un martillo, se hará trizas.

Cuando hablamos de “dureza” nos referimos a una propiedad que indica la capacidad para rayar cualquier material. En ese sentido, comparado con el resto de los minerales, el diamante es el rey. Los expertos le dan un 10 en la escala de Mohs, que es la utilizada para medir la dureza de los materiales (imagino que la escala superará el 10 al describir los materiales más duros que él). Con un diamante podemos cortar el vidrio –lo hemos visto infinidad de veces en las películas de ladrones-, incluso podemos utilizarlo para cortar otro diamante, pero ni con el vidrio ni con el más duro acero podremos marcar en un diamante la más mínima raya. En cambio, su tenacidad deja mucho que desear, un golpe puede partirlo en pedazos. El diamante es frágil, si tiene uno, no confunda los términos. También es muy elástico, es decir, al dejarlo caer sobre una superficie dura, si no se rompe, el diamante botará como una pelota.

Estas propiedades son muy interesantes pero no serán las que le permitan conquistar el corazón de su amada. Aunque existan diamantes de baja calidad que se emplean en la industria, lo que hace que un diamante adquiera el valor de una joya son cuatro propiedades: la pureza, el color, el corte y el peso. Los llaman las 4C porque esos nombres en inglés comienzan por esa letra: Carat weight, Clarity, Color, Cut. Pero lo que realmente conquista el corazón de la persona que lo posee son sus propiedades frente a la luz: su brillo, su transparencia y sus reflejos multicolores.

Impresiona saber que todas esas propiedades emanan del carbono, un elemento químico tan versátil, que ha permitido la existencia de algo mucho más valioso que el diamante: la vida. Usted, yo y cualquier ser vivo que se precie de serlo somos enormes conglomerados de moléculas que contienen átomos de carbono combinados con hidrógeno, oxígeno y otros elementos químicos. Algunas de esas moléculas no sólo existen en nuestros cuerpos y en los seres vivos que nos rodean, también han sido descubiertas más allá de la Tierra, en los vastos espacios del Océano Cósmico. En lejanas nebulosas y estrellas se ha detectado la presencia de moléculas orgánicas como el ácido acético (ingrediente esencial del vinagre), el alcohol etílico o el benceno. De estos descubrimientos habla hoy D. José Cernicharo, investigador del CSIC y del Centro de Astrobiología.

Les invito a escuchar a Ulises.

REFERENCIAS

Blank, V. (1998). Ultrahard and superhard phases of fullerite C60: Comparison with diamond on hardness and wear

New form of carbon is so hard it can indent diamond


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