Las mentes más claras de la historia han ido tejiendo poco a poco la intrincada tela de araña del conocimiento científico. En cada programa del podcast Ciencia y Genios les ofreceremos la biografía de un gran sabio escrita por varios autores.
Edward Jenner nació en Berkeley, Inglaterra, en 1749. Su padre, pastor de la Iglesia de Inglaterra, murió cuando Edward tenía sólo cinco años de edad y fue su hermano mayor, clérigo también, quien se ocupó de él. A los 13 años se hizo aprendiz de cirujano y a los 20 había acumulado suficientes conocimientos como para trabajar con John Hunter, un eminente anatomista y cirujano escocés que lo animó a ser curioso y a apoyar sus ideas con experimentos.
Por aquellos tiempos, el mundo sufría el azote de la viruela, una enfermedad terrible que provocaba la muerte a muchas personas y aquellos que sobrevivían quedaban marcados para siempre.
Desde la antigüedad la viruela había sido un azote para la humanidad y algunas culturas habían desarrollado medios rudimentarios de lucha contra ella. La cultura china recogía los restos secos de las pústulas de los enfermos y los hacía aspirar por las personas sanas para proporcionarles inmunidad. Esta práctica ancestral llegó a Europa en el siglo XVII. Los turcos y los griegos habían descubierto que los fluidos extraídos de las pústulas de la viruela, cuando eran introducidos en la piel de una persona sana, ésta experimentaba en muchos casos un episodio leve de la enfermedad y quedaba inmunizado. Desgraciadamente no siempre era así y había personas que morían tras la inoculación.
Cuando Jenner comenzó a practicar la medicina, se había extendido la práctica de la inoculación con pus de enfermos, a pesar del riesgo que ello suponía para muchas personas.
Un hecho curioso atrajo la atención del joven médico: había observado que las vacas también sufrían una enfermedad parecida y, a veces, infectaban a las personas que trabajaban con ellas. No obstante, para suerte de las personas infectadas, la viruela de las vacas era de carácter benigno y las personas enfermas no tardaban en recuperarse con muy pocas secuelas. Lo que verdaderamente llamó la atención de Jenner fue que estas personas no eran infectadas por la viruela humana.
Jenner tuvo la idea de inocular a una persona con la viruela de las vacas, o “vacuna”, para conferirles inmunidad frente a la terrible viruela humana. Como suele suceder, la novedosa idea chocó con las creencias establecidas y muchos de sus contemporáneos médicos la desecharon argumentando que habían visto a víctimas de la viruela que habían sufrido la viruela vacuna con anterioridad.
El 14 de mayo de 1796, Edward Jenner, convencido de su teoría, tomó una de esas decisiones que hacen que un ser humano sea héroe o villano para el resto de sus vidas. Decidió demostrar su teoría haciendo un experimento con un niño de ocho años de nombre James Phipps. Les invitamos a saber lo que sucedió escuchando el presente capítulo de “Ciencia y Genios”.
Jenner superó la prueba y, gracias a él, la vacuna de la viruela se expandió por todo el mundo.
Doscientos años después de aquel experimento, la Organización Mundial de la Salud declaró erradicada la viruela humana.
OTROS PROGRAMAS DE INTERÉS:
Jenner y Balmís, médicos para la humanidad. Podcast Océanos de Ciencia
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
40,8 millones de audios servidos desde 2009
Agradecemos la donación de:
Enrique González González
“Gracias por vuestro trabajo.”
Mecenas
José V González F
“A nombre de mi hijo León Emiliano hacemos esta pequeña aportación. Escuchar ciencia juntos nos hace muy felices. Gracias.”
Mecenas
Héctor Vaquero Benito
Mecenas
Carlos Garcia Gutierrez
“Gracias por su gran labor divulgativa”
Mecenas
Francisco Sicilia Espuny
Mecenas
Jesús Mª Perez Carranza
Mecenas
Mario Castiñeira Garcia
Mecenas
Jurgen Goicoechea
“Entretiene y siempre se aprende.”
Mecenas
Urko Iturbe
Mecenas
Labea
Nuevo Mecenas a través de Patreon
Julia Dolores Martínez Vilela
“Gracias por entretener”
Mecenas
Frida Palacios García
Mecenas
Vicente Manuel Cereza
“Linfocito T CD8 citotóxico”
Mecenas
Anónimo
Mecenas
Jesús Antón Cayuela
Mecenas
Ernesto Mauricio Deluquez.
Mecenas
Luis Miguel Muñoz Gallo
Mecenas
Marlene Musiol.
Mecenas
Rogelio Cueva
“Saludos desde Mexico y felicidades por difundir la ciencia de una manera interesante y clara.”
Mecenas
Daniel Ocana
Mecenas
Terrence Rooney
Mecenas
Aser Sanchez Huerga
Mecenas
María D Walker
Mecenas
Juan Agustín Esteban Jiménez
Mecenas