Los cetáceos son animales asombrosos en muchos sentidos. Algunos, como las ballenas, tienen un tamaño enorme, tan grande que se han ganado el sobrenombre de “gigantes del mar”. Otros, como los delfines y las orcas, destacan por su inteligencia y su capacidad para desarrollar soluciones únicas a problemas complejos. Además, algunos cetáceos se comunican mediante un lenguaje sofisticado, con el que transmiten cultura y enseñanzas de generación en generación, de forma similar a los seres humanos.

Aunque puedan parecer peces, los cetáceos son en realidad mamíferos. Respiran aire, tienen sangre caliente y cuidan a sus crías alimentándolas con leche materna. Pero sus habilidades van mucho más allá, como podemos aprender en el libro Historia de las ballenas y otros cetáceos, cuya autora, Ana J. Cáceres, es nuestra invitada en Hablando con Científicos.

Una de las primeras cosas que Ana J. Cáceres nos enseña en su libro es que los cetáceos se dividen en dos grandes grupos: misticetos y odontocetos. Los misticetos son las ballenas gigantes que filtran comida del agua usando unas láminas especiales llamadas barbas. Los odontocetos son animales con dientes, y entre ellos se encuentran los delfines, cachalotes y marsopas, que se alimentan de peces y calamares.

Cada especie de cetáceos tiene habilidades especiales que los hacen únicos. He aquí algunos ejemplos:
Los delfines y las orcas son grandes comunicadores. Emiten sonidos como silbidos y chasquidos para interactuar con su grupo. Este lenguaje, en toda regla, les permite reconocerse individualmente y compartir experiencias y enseñanzas, creando una especie de cultura común.
Las ballenas jorobadas tienen un canto que puede durar horas y escucharse a kilómetros de distancia. Aunque no sabemos con certeza por qué cantan, se cree que puede ser para llamar a otras ballenas o para marcar su territorio.
Los odontocetos poseen un sistema increíble de detección de obstáculos a distancia sin necesidad de usar la vista, la ecolocalización. Emiten ultrasonidos y escuchan cómo rebotan en los objetos para localizar su posición. ¡Es como un sonar natural!

Pero lo que más llama la atención de muchos cetáceos es su inteligencia. Ana J. Cáceres cuenta varias historias impactantes en su libro. Una de ellas tiene como protagonista a una hembra de delfín llamada Kelly. Este animal, que vivía en un delfinario, aprendió a recoger objetos que las personas tiraban al agua, un comportamiento que los cuidadores potenciaron premiando al delfín, como recompensa, con un pescado por cada objeto entregado. Kelly descubrió que si rompía los objetos en pedazos y los entregaba por separado, recibía una recompensa por cada trozo, multiplicando así sus ganancias. Lo más sorprendente es que enseñó esta estrategia a otros delfines en el delfinario.

El libro de Ana J. Cáceres está lleno de datos fascinantes sobre los cetáceos, imposibles de resumir en estas pocas líneas: sus extraordinarias habilidades para bucear, su capacidad de colaboración tanto entre miembros de su especie como con los humanos, sus respuestas ante la presión humana, sus largas migraciones y mucho más.

Os invito a escuchar a Ana J. Cáceres, bióloga, especialista en mamíferos marinos, divulgadora y autora del libro Historia de las ballenas y otros cetáceos.

Referencias:

Historia de las ballenas y otros cetáceos
https://bsky.app/profile/mylestring.bsky.social
https://x.com/Mylestring
https://www.instagram.com/mylestringshot/