La cleptomanía es un trastorno psicológico poco estudiado, caracterizado por la incapacidad de resistir el impulso de robar objetos que, por lo general, no tienen valor ni para uso personal ni económico. Aunque puede parecer un problema sencillo, la investigadora Lucero Munguía, nuestra invitada hoy en Hablando con Científicos, y su equipo han demostrado que las personas con cleptomanía sufren un trastorno mucho más complejo, situado entre la impulsividad, un arrebato difícil de controlar, y la compulsividad, un impulso a realizar actos repetitivos para calmar la ansiedad. Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Scientific Reports.

Según las clasificaciones oficiales como el DSM-5 y la ICD-11, la cleptomanía se encuadra dentro de los trastornos del control de impulsos. Las personas afectadas experimentan una creciente tensión antes de robar y un alivio o placer inmediato después del acto, seguido habitualmente de sentimientos de culpa o vergüenza. Es precisamente este último sentimiento el que lleva a muchos a ocultar su trastorno. El estigma y la vergüenza impiden a menudo que quienes lo padecen busquen ayuda, dificultando así tanto su diagnóstico como su tratamiento.

Un caso famoso que ilustra las consecuencias sociales y personales de este trastorno es el de Winona Ryder. A principios de los años 2000, Winona era una de las actrices más cotizadas de Hollywood, con éxitos como Eduardo Manostijeras (1990) y Mujercitas (1994). A pesar de su fama y riqueza, fue sorprendida robando artículos en una tienda, lo que desencadenó un intenso escrutinio mediático. Como consecuencia, se alejó de la industria cinematográfica y fue diagnosticada con cleptomanía, trastornos de ansiedad y depresión.

Este ejemplo demuestra que la cleptomanía es un trastorno complejo que, además, puede estar relacionado con otras patologías. Otro dato relevante es que afecta más a mujeres, en una proporción de tres a uno respecto a los hombres, y suele iniciarse en la adolescencia o en la adultez temprana.

En la cleptomanía, tanto el impulso de robar como la necesidad de aliviar tensiones emocionales pueden coexistir y variar entre individuos. El estudio liderado por Lucero Munguía buscó analizar aspectos que permitan conocer mejor las características clínicas de mujeres con cleptomanía, ya sea aislada o asociada a trastornos alimentarios, explorar su ubicación en el espectro impulsivo-compulsivo y evaluar los resultados de los tratamientos aplicados.

Para ello, se evaluó a 150 mujeres: 13 con cleptomanía aislada, 71 con cleptomanía y un trastorno alimentario (como anorexia, bulimia o trastorno por atracón) y 66 mujeres sanas como grupo control. Las participantes fueron sometidas a entrevistas clínicas, pruebas de personalidad y escalas de evaluación de impulsividad y síntomas psicopatológicos.

Los resultados revelaron que las mujeres con cleptomanía —tanto aislada como asociada a un trastorno alimentario— presentaban mayores índices de ansiedad, depresión, hostilidad y mayores niveles de impulsividad en comparación con el grupo control.

Al analizar las puntuaciones en impulsividad y compulsividad, se observó que las pacientes con cleptomanía aislada presentaban altos niveles en ambos rasgos, mientras que aquellas con cleptomanía y trastornos alimentarios mostraban un perfil más marcadamente impulsivo.

El tratamiento para la cleptomanía consistió en terapia cognitivo-conductual individual, centrada en el control de estímulos, la prevención de respuestas impulsivas y la reestructuración de pensamientos disfuncionales. Los resultados mostraron elevados índices de abandono del tratamiento o recaídas. Aunque no se encontraron grandes diferencias en el éxito global entre los grupos, las mujeres con cleptomanía aislada tendieron a abandonar la terapia más rápidamente.

Este estudio refuerza la idea de que la cleptomanía no puede entenderse simplemente como un problema de impulsos incontrolados. Es un trastorno complejo que combina impulsividad y compulsividad en proporciones variables. Además, cuando se presenta junto a trastornos alimentarios, el perfil clínico empeora, aumentando los síntomas psicopatológicos y la impulsividad.

Os invito a escuchar a Lucero Munguía, investigadora en el Centro de Investigción Biomédica en la Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del Instituto de Salud Carlos III, miembro del Grupo de Psiconeurobiología de la Alimentación y las Conductas Adictivas del Programa de Neurociencias del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, y del Departamento de Psicología Clínica del Hospital Universitario de Bellvitge.

Referencias:
Munguía, L., Baenas-Soto, I., Granero, R. et al. Cleptomanía en el espectro impulsivo-compulsivo. Consideraciones clínicas y terapéuticas para mujeres. Sci Rep 15 , 7886 (2025). https://doi.org/10.1038/s41598-025-85705-9