Vanguardia de la Ciencia es un programa de divulgación científica creado por Angel Rodríguez Lozano en 1995. En cada episodio contamos la ciencia con amenidad y rigor para mostrar los avances que se producen en distintas áreas del conocimiento en forma de reportajes, noticias, entrevistas y curiosidades científicas.
Recordando a Dolly
Hace 20 años, el 5 de julio de 1996, nació la oveja que provocaría una verdadera conmoción en el mundo. Su nombre: Dolly. Lugar de nacimiento: El instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo, en Escocia. Sus padres, científicamente hablando, Ian Wilmut, Keith Campbell . Sus padres biológicos son, sin embargo, más complicados de presentar. Dolly no tuvo padre, ningún macho intervino en su nacimiento aportando el espermatozoide de rigor. Para colmo de asombro, Dolly tuvo tres madres. El embrión, es decir la célula primera de la que surgió Dolly, fue construido artificialmente con la aportación de dos ovejas distintas. Una, de la raza Scottish Blackface, fácil de identificar por su cara de color negro, proporcionó la envoltura, el citoplasma, otra, de la raza Finn-Dorset (de cara blanca) el núcleo del embrión y, por si esto fuera poco, el embarazo fue llevado a cabo por una tercera que fue, la madre que la gestó. Hoy rememoramos aquel acontecimiento y damos un repaso a la historia de la clonación hasta el presente.
Aviso: Soy un bocado con muy mal sabor.
Imagínese que es usted una indefesa polilla que vuela en medio de la noche. Surcando la oscuridad, los murciélagos vuelan emitiendo ultrasonidos con los que detectan cualquier insecto comestible ¿Qué puede hacer una polilla para escapar? Muy fácil: Utilizar el mismo mecanismo que el murciélago, o sea, emitiendo sonidos que anuncian a voz en grito: ¡No me comas o te arrepentirás, soy un plato con un sabor horrible! Esto sucede en la vida real.
La protagonista de nuestra historia es un tipo de polillas de la familia Arctiidae que agrupa a más de mil especies, entre ellas las “polillas tigre”, llamadas así porque suelen vestirse de colores llamativos. No en vano llaman la atención con su colorido, lo hacen para que aquel que se atreva a utilizarlas de almuerzo no las olvide jamás. Y no es para menos, porque acostumbran a incorporar a sus cuerpos ciertas sustancias químicas que son muy desagradables al paladar o, incluso, venenosas. Claro que, cuando una polilla tigre eleva su vuelo en plena noche, de poco le sirven los colores, especialmente si su enemigo también vuela y apenas ve en la oscuridad, como es el caso de los murciélagos.
Pero la supervivencia aviva el ingenio, o quizás debería decir, la evolución escoge a los mejor dotados y, en ese sentido, las especies de polillas Pygarctia roseicapitis y Cisthene martini son especialistas. Por un lado, las dos especies tienen colores llamativos, una tiene las alas blancas y el abdomen de color rojo y la otra es negra con bandas naranjas y rojas en el cuerpo, colores que sirven de aviso a los que los puedan ver. Sin embargo, cuando su colorido no es útil, como es el caso de un murciélago que se acerque en la oscuridad, recurren a lanzar un aviso sonoro que viene a decir “cuidado nos soy un bocado apetecible”, vamos que podríamos decir que “hablan a los murciélagos en su propio idioma”.
¿Por qué son blancas las nubes?
Aclaremos, para empezar, algo que todo el mundo sabe: el blanco no es un color puro, es, en realidad, un conjunto de todos los colores del arco iris, o sea, una mezcla de rojo, amarillo, naranja, etcétera. Las ondas de luz son como las de radio, pero de una frecuencia mucho más alta, unas frecuencias que nuestros ojos sintonizan y nuestro cerebro interpreta como colores diferentes. Así, el azul es luz de mayor frecuencia que el verde y éste es de mayor frecuencia que el rojo. Cuando un rayo de luz blanca incide en una sustancia, puede suceder que ésta nos devuelva todos los colores –eso sucede con la leche, por eso la vemos blanca- o tan sólo algunos, la sangre, por ejemplo, sólo nos devuelve el rojo y las hojas de los árboles el verde, los demás colores los absorben.
Las nubes están formadas por cristales de hielo o gotitas de agua, dependiendo de la temperatura a la que se forme, y tanto las gotitas como los cristales devuelven al espacio todos los colores por igual. Por ello, al incidir sobre ellas la luz del Sol, que es blanca, vemos las nubes blancas. Cuando la luz del Sol incide en la parte alta de la nube, es dispersada en todas las direcciones, una parte de ella atraviesa la nube. Cuanto más espesa sea la cobertura nubosa, menos luz llegará a la parte de abajo. Por esa razón el tono se va oscureciendo y se hace grisáceo en los días muy encapotados.Lógicamente, si la luz que le llega a la nube no es blanca, la nube devolverá solamente el color que recibe. Este es el caso de las nubes al atardecer o al amanecer, momentos en los que la luz del Sol incide oblicuamente sobre las nubes y tiene que atravesar mucha atmósfera en su camino. Como el aire va dispersando el color azul preferentemente (por eso el cielo es azul), éste color se va perdiendo y van quedando los colores anaranjados y rojizos. Al llegar a las nubes, estas dispersan esos colores fundamentalmente y por eso las nubes son rojas o anaranjadas al amanecer y en el ocaso.
Os invitamos a escuchar Vanguardia de la Ciencia pulsando el reproductor a principio de página.
Apoya a CienciaEs haciéndote MECENAS con una donación periódica o puntual.
40,8 millones de audios servidos desde 2009
Agradecemos la donación de:
Enrique González González
“Gracias por vuestro trabajo.”
Mecenas
José V González F
“A nombre de mi hijo León Emiliano hacemos esta pequeña aportación. Escuchar ciencia juntos nos hace muy felices. Gracias.”
Mecenas
Héctor Vaquero Benito
Mecenas
Carlos Garcia Gutierrez
“Gracias por su gran labor divulgativa”
Mecenas
Francisco Sicilia Espuny
Mecenas
Jesús Mª Perez Carranza
Mecenas
Mario Castiñeira Garcia
Mecenas
Jurgen Goicoechea
“Entretiene y siempre se aprende.”
Mecenas
Urko Iturbe
Mecenas
Labea
Nuevo Mecenas a través de Patreon
Julia Dolores Martínez Vilela
“Gracias por entretener”
Mecenas
Frida Palacios García
Mecenas
Vicente Manuel Cereza
“Linfocito T CD8 citotóxico”
Mecenas
Anónimo
Mecenas
Jesús Antón Cayuela
Mecenas
Ernesto Mauricio Deluquez.
Mecenas
Luis Miguel Muñoz Gallo
Mecenas
Marlene Musiol.
Mecenas
Rogelio Cueva
“Saludos desde Mexico y felicidades por difundir la ciencia de una manera interesante y clara.”
Mecenas
Daniel Ocana
Mecenas
Terrence Rooney
Mecenas
Aser Sanchez Huerga
Mecenas
María D Walker
Mecenas
Juan Agustín Esteban Jiménez
Mecenas